ÁREA 06
EL PROGRESO Y LAS MODAS
La Restauración borbónica coincide con un período de tensa paz internacional al que pone fin la I Guerra Mundial, en la que España no participa. La alternancia de partidos en el Gobierno, con un rey niño, Alfonso XIII, sometido a la regencia de su madre, María Cristina, dio cierta estabilidad al país, que acelera en su acoplamiento al progreso.
ÁREA 06
EL PROGRESO Y LAS MODAS
La Restauración borbónica coincide con un período de tensa paz internacional al que pone fin la I Guerra Mundial, en la que España no participa. La alternancia de partidos en el Gobierno, con un rey niño, Alfonso XIII, sometido a la regencia de su madre, María Cristina, dio cierta estabilidad al país, que acelera en su acoplamiento al progreso.
ÁREA 06
EN EXPOSICIÓN
MARCA DE PRESTIGIO
La hegemonía industrial inglesa, basada en su preponderancia en el sector textil, empieza a tambalearse ante el crecimiento de la recién unificada Alemania (1871) y los Estados Unidos, donde a partir de 1900 se difunde la producción en cadena optimizada por Ford. En 1904 se funda la empresa de automóviles Hispano-Suiza, de cuyos talleres barceloneses salen los primeros coches españoles producidos en serie, que se erigen en verdadero símbolo de estatus. Pero el desarrollo de la industria sigue lastrado por la dependencia de capital extranjero, que en este período se concentra en la banca, empresas de servicio público y producción de energía eléctrica. La pérdida de las últimas colonias supone el retorno de un capital importante, pero como contrapartida, se pierde el principal foco comercial del textil catalán, lo que supone el mazazo final para la producción de indianas. Ante la debilidad del tejido empresarial, se impone el proteccionismo estatal.
CUERPO Y COLLET
Leónie Latour
1900 — 1905
Inventario — MTCE016201A y B
Conjunto integrado por cuerpo y capa en tafetán de seda en color marrón burdeos y terciopelo estampado con motivos florales.
El cuerpo, entallado y emballenado remata en la parte delantera en pico y en haldetas en la zona de la espalda. Con manga larga y recta, cierra en pechera tableada y veinticinco corchetes. La Capa, de corte circular y amplio vuelo, está confeccionada con el mismo tejido, en el interior está acolchada y cierra con un corchete dispuesto en el cuello. En las revistas de moda se recoge el término de «Collet» (cuello en francés) para referirse a este tipo de prendas que son capas cortas, aunque más largas que las esclavinas.
Piezas, ambas, de hechura muy sencilla pero de cuidada ejecución y excelentes tejidos como corresponde a la calidad de la modista, cuya etiqueta figura estamplillada en la cinturilla interior: «Leónie Latour/ calle Príncipe, 4, 2º». A ambos lados del nombre escudo de proveedor real».
CUERPO
G & E. Spitzer/Vienne
1879
Inventario — MTCE000416A
Cuerpo ajustado y emballenado, sin mangas, y escote redondo que remata en punta en el delantero. Forma parte de un conjunto indumentario de tres piezas (integrado por falda y cuerpo de manga larga) que perteneció a S.M. la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, segunda esposa de Alfonso XII.
El traje en damasco de seda en color morado, fechado en 1879, se inserta en el período del segundo polisón que potencia el volumen de la falda en la parte posterior. La confección de dos cuerpos para una misma falda ofrecía la posibilidad de emplear el traje en distintos actos sociales. Siendo apropiado, para el caso del cuerpo sin mangas, las reuniones celebradas en interior, como los conciertos, bailes o cenas.
Se trata de un traje de ceremonia de la reconocida casa de moda: «G & E. Spitzer/Vienne» que vistieron a las clases altas vienesas con trajes y vestidos que reflejaban las tendencias parisinas más recientes. Este conjunto, posiblemente fue traído por su propietaria desde Viena.
ZAPATOS
Felipe Andrés
1854
Inventario — MTCE001299
Zapatos de mujer planos, escotados y confeccionados con materiales delicados, característicos del período romántico en el que se fechan, 1854, con la salvedad del adorno de la moña, que le confiere un carácter intencionadamente castizo a la pieza.
Pertenecieron a la infanta Isabel de Borbón y Borbón (1851-1931), hija de la reina Isabel II. Junto a otras prendas de indumentaria y complementos, le fueron entregados como obsequipo por parte de las diferentes municipalidades que con motivo de una serie de viajes por las provincias de España realizó acompañando a sus padres.
Como se advierte en la etiqueta, el encargado de realizar estos zapatos fue el «Zapatero de S.M. La Reina/ Felipe Andrés/ El Burgalés/ Desengaño esquina a/la del Barco/Madrid».
TRAJE POLISÓN
Fr. Bte. S.M. L’Emperatrice / Mm. Roger
1870
Inventario — MTCE064009-10
Traje formado por un cuerpo con escote en pico y aplicación de encaje pespunteado en el cuello. Entallado y armado con ballenas, y con faldón abierto e semicírculo que queda abullonado en la espalda. Manga larga ajustada, mangas interiores pespunteadas y bocamanga abierta que remata en doble cinta de perfil dentado, como el contorno de la falda que termina en cola.
Hacia 1870 se pusieron de moda estos conjuntos que tanto recordaban a los vestidos a la polonesa del siglo XVIII, conocidos con el nombre de «Doly Varden». La eliminación de la crinolina da paso a una nueva silueta femenina definida por la utilización de otro armazón interior, el polisón que sostiene las faldas a la altura de las caderas, creando volumen en la parte posterior del vestido.
El estampado de topos chiné fue muy habitual en Francia, como los realizados por la couturière Madame Roger, que firma este conjunto: «Fr. Bte. S.M. L´Emperatrice / Mm. Roger / 25 Rue Louis Le Grand»
CHAQUETA
Doucet
CA —1880
Inventario — MTCE100830
En terciopelo liso de seda en color burdeos con una rica decoración de pasamanería y encaje multicolor. Con cuello de pie recto, entallada al talle y abierta por delante que cierra con corchetes. Los paños que forman el delantero están cortado en pico en el borde inferior, rematando en su parte trasera con una cola tableada. La manga larga en tul con aplicación de pasamanería está cortada con un amplio ángulo recto a la altura del codo aunque diferenciada del cuerpo.
Etiquetada como «Doucet, 21 rue de la Paix, París», se trata de una creación de la famosa casa de alta costura dirigida por Jacques Doucet (1853-1929).
Las prendas exteriores femeninas, como esta espléndida chaqueta de Doucet, fueron evolucionando al impase de la presencia de los armazones interiores de cuerpo (como el polisón y el corsé), llegando a condicionar hasta ese punto la silueta femenina. Puesto que, efectivamente, trasvasaba el propio traje o vestido de la mujer y llegaba a visualizarse en la propia prenda exterior: como las chaquetas con postillón o haldeta (semiceñidas), las visitas o mateletas, así como las salidas de teatro.
LA MODA AL ALCANCE DE LA MANO
La aceleración de la industria de la moda hace que proliferen los nombres de modistas y fabricantes. En Europa, el primer etiquetado de las prendas empieza a ser empleado por algunas tiendas de confección o casas de moda en el interior de zapatos y sombreros, bolsillos y cuerpos de los trajes femeninos. Así, se identifican sus creaciones al mismo tiempo que se les da un valor como tales, lo que permite su protección. La garantía del máximo prestigio es la designación como “Proveedor Real”. La autoría adquirirá un papel comercial fundamental relacionado con el propio prestigio de marca.
TRAJE
1890 — 1900
Inventario — CE017622A
Traje de raso bordado en color gris perla y malva crudo, con decoración fitomorfa, cintas de raso y aplicación de encaje mecánico con motivo de flor de lis. Formalmente responde a la tipología con estructura en “s” propia del momento fin de siglo o Belle Époque.
También en algunos elementos decorativos, como es el compromiso con la naturaleza mediante el empleo de elementos de origen vegetal sinuosa y orgánicas. Sin embargo, perviven algunos elementos decorativos vigentes desde mediados del siglo XIX, como es la aplicación de encaje mecánico y sobre todo, el empleo de los tonos del color malva, uno de los primeros y más revolucionarios tintes artificiales.
PEINETAS
1890 — 1910
Inventario — CE012423 y CE012424
Peinetas de bronce ligeramente convexas con tres púas, y crestería calada y grabada con motivos vegetales.
La peineta es un peine que se utiliza para sujetar el cabello, soportar un elemento textil-como la mantilla-, o con una función meramente ornamental , que se ha utilizado en diferentes culturas a lo largo del tiempo. En España su uso se generaliza a partir de finales del siglo XVIII y llega a convertirse en el siglo siguiente en un elemento icónico de la imagen tradicional de la mujer española.
En origen se fabricaba en materiales nobles, como metales- oro, plata, latón- o aleaciones o en materiales de origen natural, como hueso, marfil o carey; a mediados del siglo XIX, la aparición de los plásticos y el uso de moldes para su fabricación, permitieron incrementar su producción y abaratar su coste, de tal manera que su uso se populariza enormemente. Hoy día su empleo se ha restringido a ocasiones especiales como celebraciones de carácter social o religioso- la Semana Santa, por ejemplo- o fiestas o espectáculos tradicionales, como los taurinos.
El estilo de esta peineta es historicista, tendencia estética que se manifiesta en Europa en el siglo XVIII y que se desarrolla sobre todo en el siguiente, inspirada en estilos artísticos anteriores, como el Rococó en el caso de la peineta.
ABANICO
Hacia 1910
Inventario — CE015994
Abanico de vuelo corto. El varillaje es de madera y está decorado con guirnaldas doradas; el pais es de seda, muy estrecho, y en su anverso está pintado con motivos florales, algunos de los cuales se prolongan en el varillaje, y con una cabeza femenina tocada con un gran sombrero con flores. El reverso, tanto el pais como el varillaje es liso; en una de las guardas se representa una figura femenina con vestido ceñido al cuerpo, tocada con un gran sombrero con flores y con un ramo de flores en la mano.
El abanico, cuya función primordial es mover el aire, tiene su origen en la remota Antigüedad y se ha utilizado en diversas culturas. Su tipología, materiales, técnicas de fabricación y significados han evolucionado en el tiempo, así como los estilos artísticos que han inspirado su decoración.
El abanico plegable, de origen oriental, penetró en Europa en el siglo XVI a través de los comerciantes portugueses y su fabricación y uso y se extendieron por todo el continente; en el siglo XVII se convirtió en un accesorio imprescindible para las damas más relevantes de la sociedad y en la siguientes centurias su uso se popularizó entre todas las clases sociales.
El desarrollo tecnológico, comercial y urbano que se produce a finales del siglo XIX provoca un desarrollo de la industria abaniquera y trae consigo un abaratamiento de su precio y una mayor difusión. Se fabrican abanicos destinados a las más variadas ocasiones y adaptados a los cambiantes gustos de la moda con una gran variedad de técnicas, formas, decoraciones, tipologías.
Este abanico se encuadra dentro del contexto de la Belle Époque; la mujer que decora la guarda luce la moda de la época.
A este respecto, es muy significativo el artículo «Abanicos de moda» del periódico Blanco y Negro de 9 de junio de 1912:
«Todos los años, en esta época, aparecen en los escaparates de las tiendas elegantes algunos modelos de abanicos que durante la estación hacen furor y después desaparecen para siempre. Su vida es breve, pero en el corto espacio de tiempo que representa la temporada de verano, se apoderan de todas las clases sociales, porque el abanico de moda tiene grandes atractivos para la mujer española.
[…] Ahora, la nota real y verdaderamente de novedad son los abanicos silueteados. El varillaje, de madera fina muy bien tallada, es sencillo, y solo una de las guías representa una figura silueteada. Hay varios modelos, todos ellos de muy buen gusto, y algunos, inconscientemente, están llamados a conseguir lo que hasta hoy no ha conseguido nadie. El triunfo está reservado a los que reproducen una figurita de mujer vestida según prescribe el último figurín: estrecha de faldas, con un exceso de transparencias y un monumental sombrero.»
PRODUCTOS COSMÉTICOS POMPÉÏA
Hacia 1910
Aunque ya a finales del XVIII se comercializan algunos productos de cosmética y perfumería (antes la elaboración era de carácter doméstico), es sobre todo en el siglo XIX cuando la producción de estos productos crece; a finales de siglo, con el auge de la publicidad, su uso se democratiza.
La fragancia Pompéïa, creada en 1907 por el perfumero Pierre Armingeat, fue lanzada ese mismo año por la perfumería L. T. Piver. Esta casa de perfumería nació en 1774 y fue fundada por Louis-Toussaint Piver; es , por tanto, la más antigua de Francia.
Esta fragancia pronto se convirtió en una línea completa de productos que incluía jabón, polvos, crema, sales de baño, talco, esencia, etc.
CAJA DE POLVOS
Inventario — CE098181
Caja de base circular, cilíndrica, con tapa independiente que encaja a presión y decorada con motivos pompeyanos, en colores rojos, dorados, naranjas, verdes y azules.
A finales del siglo XIX los polvos de tocador pertenecían a la categoría de cosméticos sólidos pulverulentos, los cuales se caracterizaban por tener una consistencia de polvo más o menos impalpable.
Genéricamente se denominaban polvos de arroz, ya que ese era su componente esencial, aunque en su formulación también podían estar presentes sustancias de origen mineral. Su consumo era muy elevado. Según las normas higiénicas, el momento más conveniente para aplicarlos era inmediatamente después de lavarse la cara, con la piel algo húmeda. Para asegurar su adherencia se recomendaba aplicar previamente una loción glicerada, y para facilitar su distribución en el rostro su aplicación debía hacerse siempre con la borla de cisne.
CAJA DE COLORETE
Inventario — CE104182
Caja de polvos sueltos, realizada en cartón forrado en papel impreso con decoración que representa motivos vegetales «tipo pompeyanos» sobre fondo rojo; en la tapa, enmarcada por una arquitectura, hay una mujer pompeyana. La sección es de tendencia rectangular, más ancha en la parte delantera y abombada en el frente y la parte trasera. El interior y base está forrado en papel granulado de color crudo. Se cierra con tapa a presión.
FRASCO DE COLONIA Y CAJA
Inventario — CE0112325
Traje de raso bordado en color gris perla y malva crudo, con decoración fitomorfa, cintas de raso y aplicación de encaje mecánico con motivo de flor de lis. Formalmente responde a la tipología con estructura en “s” propia del momento fin de siglo o Belle Époque.
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HEBILLA Y BROCHES DE CINTURÓN
Hacia 1900
Las hebillas y broches de cinturón fueron un accesorio de indumentaria femenina muy usado entre finales del siglo XIX y principios del XX, ya que la moda imponía una silueta de cintura muy estrecha que se resaltaba por medio de un cinturón. Las piezas expuestas tienen un diseño claramente modernista.
El movimiento Arts & Crafts, surgido en Inglaterra a finales del siglo XIX, propone la revalorización de la artesanía y las artes industriales frente a la producción en serie consecuencia de la industrialización. Inspirará i una corriente de renovación estética que se extenderá por Europa y América hasta la Primera Guerra Mundial con distintas denominaciones: Art Nouveau (Bélgica y Francia), Jugendstil (Alemania y países nórdicos), Sezession (Austria), Modern Style (Reino Unido), Liberty (Italia) y Modernismo (España). Este movimiento, que tiene su fuente de inspiración en la naturaleza, considera la belleza como el valor supremo en el diseño por encima de otros elementos, como el material, contribuyendo así a la democratización de las joyas; por otra parte, el ideal de incorporar la belleza a la vida cotidiana hace que objetos de uso común, como los broches y hebillas de cinturón, se convierten en verdaderas obras de arte. Los nuevos sistemas de producción industriales y las nuevas formas de comercialización y distribución, facilitan su difusión entre capas más extensas de la sociedad.
HEBILLA
Inventario — CE117244
Maison Cardeilhac
Hebilla rectangular con marco de perfil mixtilíneo formado por una figura femenina con los brazos extendidos desplegando la túnica y los cabellos al viento. En el reverso tiene un pasador vertical con dos púas.
Tiene una iconografía y un diseño modernistas, como vemos en la figura de la mujer, vestida con larga túnica e integrada en formas ondulantes. El diseñador de la pieza es el artista francés Léon Alexandre Blanchot (1868-1947), escultor e ilustrador cuya obra se inspira en los principios del estilo Art Nouveau.
Según María Antonia Herradón, » La hebilla fue fabricada entre 1904 y 1910 por la Maison Cardeilhac, un negocio ya por entonces centenario dirigido por Amélie Cardeilhac, nuera del fundador, y cuya división de joyería de oro y plata estaba ubicada en Place Vendôme. Según figura en el reverso del marco, la marca de Cardeilhac, descrito como fabricant orfèvre en la bibliografía francesa, era en esa época un losange vertical con las iniciales A. C., una cruz de honor coronada en la parte superior, y un creciente en la inferior. Una característica singular de la pieza es que su mecanismo de cierre está sobredorado, una solución decorativa que proclama lo cuidado de su ejecución y que por lo general está asociada exclusivamente a las hebillas de producción francesa. Por su parte, el apellido del diseñador se dispone en un lugar destacado del anverso».
BROCHE DE CINTURÓN
Inventario — CE117252
Formado por dos partes simétricas, conformadas a base de sinuosos motivos vegetales que componen alas de mariposa y unidas entre sí mediante una anilla cuadrangular y un gancho. Incorpora dos pasadores para su sujeción al cinturón.
Las formas vegetales ondulantes que se despliegan formando alas de mariposa que constituyen el motivo del broche, responden a la iconografía y diseño claramente modernista.
BROCHE DE CINTURÓN
Inventario — CE117255
Formado por dos partes idénticas, unidas entre sí mediante un gancho semicircular y una anilla cuadrangular, que forman una composición vegetal de líneas sinuosas. En el centro se superpone un busto femenino de perfil, rodeado por una aureola de rayos, cuyos largos cabellos se entremezclan con las ramas doradas. En el reverso incorpora dos pasadores para su sujeción al cinturón.
El diseño modernista lo vemos reflejado en la figura de la mujer inserta en elementos vegetales sinuosos.
Según María Antonia Herradón este broche fue fabricado en la ciudad alemana de Pforzheim, «cuna de una producción joyera a escala industrial impulsada, entre otros, por el diseñador y artífice Theodor Fahrner (1868-1928), de sus talleres salieron entre 1900 y 1914 millones de piezas de joyería. Aunque el contacto de los diseñadores y empresarios alemanes con las novedades de París en este campo fue continuo y estrecho, también concibieron modelos de gran originalidad».
Siguiendo a la misma investigadora, «Una particularidad de esta pieza es que en ella resuenan los ecos de piezas firmadas en París por Piel Frères. Otra es que está fabricada en latón dorado, estampado y parcialmente plateado, de forma que viene a ser un buen ejemplo de esa producción joyera muy industrializada pero que no perdió el gusto por ofrecer piezas de estética moderna y atractiva».
BOTONADURAS
Hacia 1902
Inventario — CE117259 y CE117260
Joseph Gloster
Juego de botones de plata en dos tamaños, cada uno de ellos conservado en su estuche original, realizado en piel y forrado de terciopelo y seda, color azul en un caso y marfil en el otro. Uno de ellos contiene doce botones y seis el otro. En ellos se representa un busto de mujer tocando la lira y a su espalda varias marcas: cartucho rectangular con las letras J. G en referencia al autor; cartucho hexagonal con un ancla, referente a la localidad de fabricación, cartucho hexagonal con un león pasante, que certifica que el material es plata de primera ley, y cartucho hexagonal con la letra C que representa la fecha de fabricación.
Estas piezas, realizadas en Birmingham por el británico Joseph Gloster en 1901 y 1902, tienen una iconografía y un estilo claramente modernista, como queda reflejado tanto en el motivo decorativo utilizado- una figura femenina vestida con túnica e inserta en la corola de una flor- como en su diseño a base de líneas curvas y sinuosas.
El movimiento Arts & Crafts surge en Inglaterra a finales del siglo XIX; propone la revalorización de la artesanía y las artes industriales frente a la producción en serie consecuencia de la industrialización. Estas ideas inspiran una corriente de renovación estética que se extenderá por Europa y América hasta la Primera Guerra Mundial con distintas denominaciones: Art Nouveau (Bélgica y Francia), Jugendstil (Alemania y países nórdicos), Sezession (Austria), Modern Style (Reino Unido), Liberty (Italia) y Modernismo (España). Este movimiento, que busca su fuente de inspiración en la naturaleza, considera la belleza como el valor supremo en el diseño por encima de otros elementos, como el material, contribuyendo así a la democratización de las joyas; por otra parte, el ideal de incorporar la belleza a la vida cotidiana hace que objetos de uso común, como los botones, se convierten en verdaderas obras de arte. Los nuevos sistemas de producción industriales y las nuevas formas de comercialización y distribución, facilitan su difusión entre capas más extensas de la sociedad.
CAJONES
Hacia 1912
Inventario — CE110092 y CE1100932
Corresponden a dos cajoneras, fabricadas en madera, con varias hileras de cajones; los cajones tienen una chapa de metal esmaltada de blanco con marco negro con inscripciones en negro en su parte superior e inferior, que indican el producto conservado en su interior; entre ellas hay un asa de metal.
A finales del siglo XIX y principios del XX se produce un gran desarrollo de la industria química y aparecen en el mercado una gran cantidad de productos químicos para uso doméstico. El progreso comercial y de los medios de comunicación y transporte, favorecen su difusión. Estos artículos se comercializaban en droguerías, a menudo junto a artículos de perfumería e higiene.
Estas cajoneras pertenecen a la Droguería y Perfumería Amador, que abrió en 1912 en la calle Alberto Aguilera y estuvo en funcionamiento a lo largo de todo el siglo XX en la calle Tribulete, lugar al que se trasladó en la década de los 40. Junto a este mueble se conservan documentación y fotografías relativas al negocio, así como mobiliario y productos variados de diferentes épocas que se vendían en la tienda, y que proporcionan una valiosa información sobre la evolución de las costumbres y hábitos de consumo a lo largo del siglo XX.
Algunas de las placas que ocupan el frente de los cajones con el nombre del producto, llevan la marca M. Viñado. Esta empresa, con sede en Zaragoza, fue fundada en 1890 y fue la primera fábrica de España especializada en objetos de hierro esmaltado, placas y rótulos en principio, aunque a mediados de la década de los años 20, debido la aumento de empresas dedicadas a estos mismos artículos, amplió su fabricación a batería de cocina y material eléctrico y sanitario.
MOSTRADOR
Hacia 1905
Inventario — CE113299
Corresponde a un mueble de madera rectangular dividido en espacios delimitados por las patas (solo se expone una parte de este mueble); en lo que sería su cara interior, cada espacio está ocupado por dos hileras de cajones con tiradores metálicos ovales decorados con roleos; la otra exterior, está formada por dos cuerpos, el inferior retranqueado. En el superior, cada espacio está ocupado por una ventana rectangular con cristal verde granuloso y marco de perfil sinuoso, y en el inferior, por una placa de resina con decoración moldeada de flores estilizadas; sobre esta se superpone decoración calada y plana de rayos y motivos sinuosos realizada en madera.
Bajo el cuerpo superior, una ménsula con tallos vegetales entrelazados llega hasta cada pata; estas son cuadradas en forma de capullo de flor. Los laterales del mueble se cierran con ventana con cristal verde granuloso y marco de perfil sinuoso en su parte superior, y panel de madera con decoración plana de tallos cruzados en la inferior. Se cubre con una encimera dividida en varias partes de distinto tamaño, de cristales lisos con marco de madera.
Se trata de un mostrador que perteneció a la Bisutería Otero. Este comercio abrió en 1905 y estuvo en funcionamiento hasta marzo de 2015. Tuvo su sede en la Calle Mayor de Madrid número 28. Aunque durante estos años adaptó el género a los diferentes gustos, modas, materiales y técnicas de fabricación, estuvo especializado en adornos de cabeza y bisutería relacionada con indumentaria tradicional.
Recibió la mención de establecimiento tradicional madrileño, título concedido por la Cámara Oficial de Comercio de Madrid a los establecimientos que reúnen una serie de características, entre las que se encuentran la transmisión familiar del negocio en un mínimo de tres generaciones, fidelidad a la fabricación o venta de un mismo producto, o la conservación de los valores estilísticos ornamentales.
Este tipo de comercio especializado en adornos y complementos femeninos empezó su auge entre finales del XIX y principios del siglo XX, gracias al desarrollo industrial comercial y urbano, y acercó el consumo de estos productos a prácticamente todos los sectores de la sociedad.
Además de este mostrador, el Museo cuenta con otros elementos de la tienda, como un mueble de almacenaje del género, rótulos exteriores y elementos de exposición de la mercancía del género de principios de siglo. También se conservan documentos relativos a proveedores, libros de venta, publicidad, fabricantes, así como diferentes objetos de bisutería de diversas épocas y diferentes materiales .
Estos objetos nos permiten documentar, además de la evolución de las modas y costumbres relacionados con el aderezo personal a lo largo del siglo XX, la de un tipo de comercio que hoy está casi desaparecido en nuestras ciudades.
La decoración del mueble nos remite al modernismo, estilo vigente en la fecha de fundación del comercio.
CARTELES DE PUBLICIDAD TEXTIL
En Cataluña se desarrolló una potente industria textil que arrancó a finales del siglo XVIII y alcanzó un alto grado de modernización a partir de la segunda mitad del siglo XIX, lo que contribuyó al despliegue de un floreciente comercio de productos relacionados con la moda.
Casi todos los carteles están impresos en Barcelona, que era uno de los principales centros litográficos y de impresión de España.
Algunos de los carteles expuestos son expresión de la nueva corriente estética que se difunde en estos años: el modernismo. El florecimiento económico y artístico catalán fomenta el desarrollo de una brillante producción cartelista que convierte este género en una de las principales manifestaciones artísticas del modernismo catalán; la emprendedora burguesía catalana, promotora del nuevo estilo, se servirá del cartel para la publicidad de los productos que salen de sus fábricas. Por otra parte, los artistas encuentran en el cartel un espacio donde experimentar con las nuevas tendencias artísticas.
CARTEL FÁBRICA DE TEJIDOS DE ALGODÓN MERCÉ Y SALA
1900
Inventario — CE024011
Cartel rectangular en el que, sobre un fondo naranja con inscripciones en la parte superior e inferior relativas al fabricante, se inscribe un marco rodeado a ambos lados por ramas y flores de algodón que salen de un jarrón. Dentro del marco, sobre un fondo verde, destaca la figura de una mujer sentada en un banco con voluta que sostiene entre sus manos un paño; está descalza y viste una túnica de estilo clásico decorada con los mismos motivos florales del paño.
A ambos lados del marco se disponen elementos relacionados con el tejido del algodón: a la derecha, tres lanzaderas, y a la izquierda una rueca con el copo de algodón y un huso.
Este cartel publicita una fábrica de tejidos de algodón barcelonesa, producción en la que estaba principalmente focalizada la industria textil catalana. En este cartel se observan algunos de los rasgos que caracterizan al cartel modernista, como los motivos vegetales, la figura femenina vestida con larga túnica y los motivos simbólicos que nos remiten a la industria textil algodonera.
CARTEL GÜELL Y CÍA
CA — 1900
Inventario — CE024064
Cartel vertical en el que, en un marco rectangular delimitado por dos líneas marrones, se desarrollan motivos clásicos como guirnaldas, roleos, antorchas y motivos vegetales; en el lado superior, está la figura de un murciélago dentro de un octógono achatado. Dentro del marco se inscribe una mujer de medio cuerpo vestida de blanco, con boa de plumas y tocada con sombrero de paja con flores y gasa; detrás se desarrolla una escena de regatas en un río. El texto se encuentra en la parte inferior.
El cartel, cuyo motivo principal es una mujer vestida a la moda de 1900 (cuerpo de cuello alto con mangas jamón y silueta de «pecho paloma») anuncia la fábrica de panas rodas Güell y Cía en Barcelona. Eusebio Güell y Bacigalupi, I Conde de Güell (Barcelona, 1846 -1918) fue un ilustre empresario que estuvo muy implicado en la vida económica, social, política y cultural catalana. En asociación con Ferran Alsina, fundó una fábrica de panas en Santa Coloma de Cervelló, base de la futura Colonia Güell (1891).
La empresa litográfica productora del cartel es Henrich y Cía, constituida en 1889 y heredera de la imprenta Sucesores de N. Ramírez y Cía, antigua Narciso Ramírez.
CARTEL CAMISERÍA HISPANOAMERICANA
1880 — 1889
Inventario — CE024272
Traje de raso bordado en color gris perla y malva crudo, con decoración fitomorfa, cintas de raso y aplicación de encaje mecánico con motivo de flor de lis. Formalmente responde a la tipología con estructura en “s” propia del momento fin de siglo o Belle Époque.
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CARTEL FÁBRICA DE GÉNEROS DE PUNTO MARTÍNEZ Y CÍA
CA — 1900
Inventario — CE092225
Cartel vertical en el que, dentro de un marco decorado con tallos y hojas de hiedra, y sobre un fondo rojo, se representa una mujer vestida con traje de cuello alto con volantes y peinada con moño alto; está sentada y sostiene entre sus manos una media; a la altura de su cadera hay una caja apoyada sobre una mesa. En los lados superior e inferior del marco, y sobre la cabeza de la mujer, hay inscripciones referentes al comercio que se publicita.
Este cartel anuncia una fábrica de géneros de punto de Barcelona. Esta técnica tiene un origen remoto; su principal propiedad es la elasticidad, por lo que fue muy utilizada para medias y ropa interior.
La imprenta Litografía Utrillo & Rialp S. C. productora de este cartel, fue fundada por el ilustrador modernista Antoni Utrillo i Viadera y desempeñó un importante papel en la difusión del cartel modernista.En este anuncio se perciben algunos de los rasgos de este género, como la utilización como motivo principal de la imagen de la mujer, vestida a la moda de la época y destacada sobre un fondo neutro; la delineación del contorno por un grueso trazo y la simplificación de colores (solo se emplean tres en diferentes tonalidades: negro, rojo y verde). Las formas vegetales que decoran el marco también nos remiten a este estilo.
EL AUGE DE LA PUBLICIDAD
Uno de sus principales vehículos de la publicidad es el cartel, que vive su momento de esplendor hacia 1900. Su apogeo viene favorecido por el avance de las técnicas de impresión, como la cromolitografía, y la revalorización de las artes industriales. El cartel refleja las importantes transformaciones que se están produciendo en estos momentos.
En Cataluña, el florecimiento económico y artístico fomenta el desarrollo de una brillante producción cartelista que convierte este género en una de las principales manifestaciones artísticas del modernismo. Por otra parte, en nuestro país destaca el cartel de acontecimientos festivos y taurinos, creación esta genuina española.
CARTEL EXPOSICIÓN UNIVERSAL
1888
Inventario — CE026950
Josep Lluis Pellicer i Fenyé
Cartel vertical de gran tamaño formado por cuatro partes. Se representa una fachada neogótica jalonada por dos columnas en las que aparecen medallones con objetos alusivos a diferentes actividades (picos y palas, un caduceo, un ancla, un globo terráqueo.) sendos pendones ondulantes en colores rojo-amarillo -rojo caen desde arriba de la fachada, que está coronada por un estandarte con inscripción. En la parte superior de la misma hay varias cartelas con inscripciones.
En la parte inferior se abre un vano de medio punto con una puerta, enmarcado en un arco conopial rematado en su vértice por un murciélago, comprendido a su vez en un diseño escalonado coronado en su cima por una victoria alada con una corona de laurel en cada mano; dentro de este y sobre la puerta, hay tres escudos heráldicos. Ante la fachada, en primer plano, aparece en el centro una escultura, sobre un pedestal con inscripción, de un personaje masculino sentado que apoya una de sus manos en un mazo y la otra sobre su muslo; en cada uno de sus lados y sobre una escalinata y con una cortina como fondo, hay un personaje femenino sentado y vestido con túnica y manto; el de la derecha porta una paleta y pinceles en sus manos y a sus pies hay una lira, un jarrón y una pequeña estatua de Atenea; el de la izquierda sostiene una tabla de escritura y a sus pies hay un libro, una lechuza, un coral, una copa con una serpiente enroscada y varios instrumentos científicos. Toda la estructura se asienta en un plinto en el que se leen diferentes inscripciones.
Durante el último cuarto del siglo XIX, y como consecuencia del proceso iniciado a partir de la Revolución Industrial y de los grandes avances técnicos y científicos que se suceden en estos años, tienen lugar grandes transformaciones socioeconómicas y culturales. Las ciudades europeas experimentan un gran crecimiento y sufren un proceso de remodelación y mejoras.
Barcelona es un importante centro comercial e industrial que goza, además, de una intensa actividad cultural. En 1888 se celebra en la ciudad la primera Exposición Universal en España, que tuvo lugar entre e l 8 de abril y el 9 de diciembre en el Parque de La Ciudadela. Esta exposición, a la que concurrieron 22 países de todo el mundo y recibió unos 2 240 000 visitantes, implicó la rehabilitación de esta zona y la mejora de las infraestructuras de toda la ciudad, lo que supuso un gran impulso para su modernización.
La primera Exposición Universal tuvo lugar en Londres en 1851 y a partir de entonces se sucedieron en diferentes capitales mundiales; su finalidad era exponer los avances tecnológicos que marcaban la época y eran acontecimientos de gran relevancia que suponían una gran proyección internacional para el país organizador.
Este cartel es el anuncio oficial de la exposición de Barcelona; su autor, el dibujante y pintor Josep Lluís Pellicer i Fenyé, fue además uno de los organizadores de la muestra. En el mismo aparecen motivos referentes a las diferentes secciones de la exposición: minería, comercio, agricultura, marina, enseñanza e industria, así como alegorías de las Bellas Artes y las ciencias, la industria y el trabajo e información alusiva a las diferentes actividades que se desarrollaron durante el evento.
Está impreso por Sucesores de Narciso Ramirez y Cía., continuadora, a partir de 1880, de la empresa Ramírez y Cía., fundada en 1846.
CARTEL A LOS TOROS
1901
Inventario — MTCE023792
Cecilio Plá
Cartel vertical encabezado por una testa de toro sobre una cinta con inscripción. En primer plano se representan dos mujeres ataviadas con mantones de Manila, claveles en la cabeza y abanico en la mano; en segundo término, diversos personajes vestidos a la moda de 1900, entre los que destacan profesionales del toreo, se dirigen a la plaza. A la izquierda de la ilustración y hacia el borde inferior del cartel se despliega un pergamino con inscripción. Aparece la firma de ilustrador a los pies de la mujer y bajo la ilustración hay inscripciones relativas a la impresión.
El cartel taurino es una creación genuina española y se remonta al siglo XVIII. El espectáculo taurino, tradicionalmente uno de los más populares en nuestro país, ha estado presente en las fiestas de prácticamente todas las localidades españolas.
Este tipo de cartel permite seguir la evolución de la fiesta y aporta además, interesante información sobre las costumbres de la época e incluso sobre determinados acontecimientos históricos. Los primeros carteles taurinos se reducían a información tipográfica y alguna viñeta; en el último tercio del siglo XIX se configura el cartel moderno, que se sirve de la técnica litográfica en color-que se desarrolla en estos momentos- y una iconografía característica entre la que destaca la figura femenina ataviada con mantón de Manila, como en este caso, junto a temas y motivos relacionados con la fiesta. Este tipo de cartel se caracteriza por ser bastante reiterativo e inmovilista en sus fórmulas y motivos decorativos. Con frecuencia encontramos un mismo modelo de cartel anunciando la fiesta en distintos lugares e incluso en diferentes años.
La autoría de este cartel se debe a Cecilio Plá, afamado pintor que destacó también como ilustrador gráfico. La imprenta responsable de la impresión es Imprenta y Litografía Ortega (Valencia), que estuvo en funcionamiento entre 1871 y 2007 y se dedicó a la impresión comercial, destacando en la impresión de cartelería festiva y taurina, edición y producción de billetaje.
CARTEL CARNE LÍQUIDA DEL DR. VALDÉS GARCÍA
1910
Inventario — MTCE024009
Apeles Mestres
Cartel vertical en el que, sobre un campo verde con dos vacas al fondo, se representa un gaucho a caballo al galope vestido con poncho y sombrero y agitando con su mano unas boleadoras. Frente al pecho del caballo hay dos letras superpuestas que son la firma del ilustrador. En los bordes superior e inferior del cartel, sendas inscripciones.
Las marcas comerciales aparecen en los años finales del siglo XIX con el fin de singularizar el producto ante la masiva producción industrial; el cartel será uno de los principales medios de los que se servirán para llamar la atención del consumidor. Entre los productos más anunciados se encuentran los alimenticios; la publicidad de muchos de estos incide en sus propiedades reconstituyentes, estimulantes e incluso curativas y surgen en el mercado nuevos productos que pretenden paliar los efectos del déficit alimentario, como los concentrados de carne en forma de cubito o jugo.
El autor del cartel, Apeles Mestres, fue un polifacético autor barcelonés conocido, sobre todo, como escritor y dibujante; en esta última faceta destacó como creador de viñetas en la prensa periódica e ilustrador de libros.
La imprenta responsable de la impresión es Litografía A. Utrillo S.C. de Barcelona, fundada por el pintor y destacado cartelista Antonio Utrillo.
CARTEL LA ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA
1900
Inventario — MTCE024043
Cartel vertical con una inscripción que recorre sus tres lados superiores; en su centro destacan, sobre un fondo arbolado, las figuras de una mujer vestida con túnica y con cinta con flores en su cabeza que abre una revista y la de un hombre con cabeza laureada sosteniendo en su mano izquierda la figura de una Victoria alada. En el ángulo inferior derecho, un gran corazón rojo rodeado de motivos florales con texto en su interior. El reverso está ocupado por el título de la revista en grandes letras y dos textos separados por cenefas de hojas de parra.
La Ilustración Artística (1882-1916) fue una publicación editada por Montaner y Simón; su subtítulo describe su especialidad: “Periódico Semanal de Literatura, Artes y Ciencias”. Se caracterizó por su cuidada edición, sus excelentes ilustraciones y la calidad de sus contenidos, para los que contó con la colaboración de destacadas personalidades de la intelectualidad de la época, como Benito Pérez Galdós, Emilio Castelar o Francisco Giner de los Ríos.
Corresponde al número de enero de 1900. El diseño de la ilustración y la tipografía se mueven dentro de los parámetros del decorativismo modernista.
CARTEL GRAN LICOR CALISAY
1903
Inventario — MTCE024242
Antonio Utrillo
Cartel horizontal en el que, sobre un fondo gris y dentro de un rectángulo blanco, destaca una figura femenina ataviada con moño alto, vestido ligero y joyas en ambas manos; está tumbada sobre una mesa y agarra una botella con una mano y en la otra sostiene una copa, que se acerca a la boca. Bajo esta escena se representan varias medallas. Hay inscripciones en los bordes superior e inferior del marco y a ambos lados de la figura; en el borde inferior derecho de la figura de la mujer está la firma del ilustrador, y en el izquierdo, la referencia a la imprenta litográfica.
Entre los productos más anunciados en estos años se encuentran los alimenticios y los licores; la publicidad de los mismos destaca, sobre todo, sus propiedades tónicas y reconstituyentes. Este licor publicitado es una bebida estomacal a base de plantas aromáticas fabricado a partir de 1896. La alusión a los premios ganados- algunos internacionales- representados por las medallas, contribuyen a reforzar el prestigio de la marca.
El autor del cartel, Antonio Utrillo, es uno de los más prolíficos cartelistas modernistas catalanes, fundador de una de las imprentas litográficas más emblemática, Utrillo & Rialp
La fecha del último de los premios y la moda del peinado y vestido de la mujer permiten la datación del cartel en los primeros años de 1900.
CARTEL SOCIEDAD LA BUENA SOMBRA
1906
Inventario — MT027359
Josep Robert Picarin
Cartel horizontal en el que aparecen representadas, en un estilo humorístico, tres figuras: a la izquierda, un hombre con smoking y sombrero de copa, en el medio, una mujer con un gran sombrero con plumas y a la derecha otro hombre vestido de arlequín. En el borde superior del cartel y en el ángulo inferior derecho, aparecen inscripciones con distinto tipo de letra. Los únicos colores utilizados para la ilustración son rojo, gris y negro. En el ángulo inferior izquierdo de la ilustración está la firma del dibujante y en el derecho, en vertical, la referencia a la imprenta litográfica.
Paralelamente a la expansión de las ciudades aparecen nuevos espacios- teatros, salas de espectáculos y baile…- asociaciones y actividades para el disfrute de su población, como los bailes de máscaras que publicita este cartel, organizados por la Sociedad la buena sombra con motivo del carnaval en el teatro Apolo de Barcelona. Este cartel refleja también uno de los avances tecnológicos más importantes del momento- la luz eléctrica- que se esconde bajo el reclamo publicitario «derroche de luz».
El autor de este cartel, Josep Robert, realizó durante años sucesivos varios carteles para esta Sociedad dedicados al Carnaval. Este dibujante, caracterizado por su estilo humorístico, colaboró con sus dibujos en la prensa satírica barcelonesa y madrileña desde los años finales del siglo XIX hasta los años previos a la Guerra Civil.
La empresa responsable de la impresión es Litografía Barral Hermanos (Barcelona), resultante de la unión en 1901 de Barral y Gual. En1911 se fusionará con Litografía Seix dando lugar a Industrias Gráficas Seix y Barral Hnos.
CARTEL BALNEARIO DE CALDAS DE BOHÍ
CA — 1900
Inventario — MTCE028075
Cartel horizontal en el que se representa, en primer plano, un pastor sentado junto a unas rocas ante un árbol; está tocado con barretina y sostiene un bastón entre las manos. Al fondo hay una montaña con un gran edificio a sus pies, que desciende hacia un río. En el borde superior y en el ángulo inferior izquierdo de la imagen hay inscripciones en distintas tipografía, color y tamaño de letra. En el borde inferior izquierdo del cartel se encuentra una inscripción en vertical referente a la imprenta litográfica autora del mismo.
Las ideas higienistas que se propagan con fuerza en estos años, propugnan el disfrute de la naturaleza como alternativa a la insalubridad y el modo de vida ajetreado de las ciudades; la práctica del deporte y el veraneo se extienden entre las clases más acomodadas. Uno de los lugares favoritos para este eran los balnearios, que además de permitir gozar de las propiedades beneficiosas de sus aguas y del encuentro con la naturaleza, eran importantes centros de sociabilidad que contaban con diversos espacios de entretenimiento, como teatro, casino, salón de baile… España contó con una notable red de balnearios; los primeros establecimientos modernos se remontan en nuestro país a finales del siglo XVIII; a partir del primer tercio de la centuria siguiente y hasta el primer tercio del siglo XX, los balnearios se multiplican considerablemente.
La imprenta responsable de la producción de este cartel es Litografía Utrillo & Rialp S., fundada por el ilustrador modernista Antoni Utrillo i Viadera.
OBJETOS PROMOCIONALES
Desde finales del siglo XIX la publicidad cobra un fuerte impulso, cuando las técnicas de impresión se perfeccionan gracias a la cromolitografía y al sistema offset, que permite imprimir sobre chapa de metal.
En España, la primera agencia publicitaria fue creada en la década de los años setenta del siglo XIX en Barcelona. La producción industrial y la creciente competencia comercial exigieron el desarrollo de técnicas que favoreciesen el consumo entre los potenciales clientes. Para ello, se generan formatos específicos que lanzan un mensaje directo al futuro cliente con el fin llamar la atención del posible consumidor. También se utilizan todo tipo de soportes sobre los que plasmar el mensaje publicitario, como los objetos de uso cotidiano, por su disponibilidad y la capacidad para llegar a un mayor número de público.
Los objetos expuestos son de hojalata; este material es una aleación de hierro o acero y estaño y ha sido uno de los materiales preferidos desde finales del XIX para la fabricación, sobre todo de envases, pero también de los más variados objetos, gracias a su resistencia y sus propiedades anticorrosivas. A esto se añade que la calidad del material y frecuentemente el valor estético del diseño del envase facilitan su reutilización, una vez consumido el producto.
CABÁS RECUERDO DE LA BODA REAL DE ALFONSO XIII
1906
Inventario — MTCE081774
Es de forma rectangular y la tapa se abre por la parte superior por medio de un cierre de broche; tiene un asa en la parte superior.
El fondo es de color verde con estampado de piel de cocodrilo y adornado con unas líneas de color dorado que rodean el cabás de arriba a abajo. En los ángulos hay semicírculos con un diseño vegetal en cada uno, de color dorado.
En el centro de la parte frontal, bajo el broche, se encuentran los retratos del rey y su esposa. Los bustos están enmarcados en una forma vegetal dorada que remite al estilo modernista. Debajo de ésta hay una orla azul con la leyenda «RECUERDO DE LAS BODAS REALES» 1906, encima de una rama de árbol con hojas verdes. A su lado una almohadilla roja donde se apoya la corona real, y más a la derecha la bandera de España.
En este objeto se publicita la boda de Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia de Battenberg, evento alrededor del cual se celebraron una serie de festejos y que tuvo una gran repercusión en la sociedad del momento; con este motivo se generaron varias publicaciones, como una guía con los eventos relacionados e información sobre Madrid, y se diseñaron muchos objetos de recuerdo como abanicos, medallas, monedas, vasos, carteles, tarjetas postales…
FOSFORERA RECUERDO DEL BAUTIZO DEL PRÍNCIPE DE ASTURIAS
1907
Inventario — MTCE037883
Es de forma rectangular con tapa unida por bisagras simulando un libro; en la tapa aparecen los retratos de Alfonso XIII y Victoria Eugenia; en el otro lado se representa el momento del bautizo del príncipe de Asturias; en lo que sería el lomo del libro hay una inscripción.
El propósito de este objeto es ofrecer un recuerdo de un acontecimiento de gran trascendencia social y colectiva. En la España del periodo de la Restauración, y a principios del siglo XX, son frecuentes los objetos sobre los que se plasman mensajes relativos a los diversos acontecimientos en los que se ve implicada la familia real española. De esta manera se favorecía la imagen de la monarquía entre la ciudadanía española. Por otra parte, determinados aspectos de la vida monárquica, casi siempre privados, han encontrado público suficiente.
En esta fosforera se representa el bautizo del príncipe de Asturias, que tuvo lugar en 1907. En una de sus caras se representa a los padres del bautizado, el rey Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia. En la otra, se ilustra el momento central de la ceremonia, con la pila bautismal como eje central, en torno al que se distribuyen de izquierda a derecha la condesa viuda de Los Llanos, como aya del príncipe; la reina María Cristina, como madrina y con el niño en sus brazos; monseñor Rinaldini en representación del Papa; y el cardenal Sancha, arzobispo de Toledo, que oficia el acto. La imagen está tomada de un detalle instantánea del bautizo publicada por la revista Nuevo Mundo, el jueves 23 de mayo de 1907 (Año XIV, número 698)
FOSFORERA BAÑOS DE LA ESTRELLA
1908
Inventario — MTCE037884
Es de hojalata, de forma rectangular y con tapa unida por bisagras. El lado de la tapa por donde se abre es de perfil ondulado. Uno de sus lados largos tiene textura granulosa para encender el fósforo. En la tapa se representa una mujer vestida con enagua saliendo de una bañera; la trasera de la caja está cubierta de inscripciones.
El uso de fósforos en España se generaliza a partir de 1838, y se mantiene de forma importante hasta prácticamente principios del siglo XX, en relación con nuevos hábitos, como el consumo el tabaco y los nuevos sistemas de iluminación que incorporan los hogares españoles a partir de mediados del siglo XIX. La decadencia de la industria fosforera a principios del XX, se debe sobre todo a la introducción de la electricidad en los hogares y al uso de mecheros, a partir de mediados del siglo XX.
Esta fosforera es al mismo tiempo un objeto publicitario, pues inserta anuncios en sus dos caras. Su fabricación se debe a la empresa alemana Prager & Lojda, ubicada en Berlín y que desde el siglo XIX se dedicaba a la producción de cartones y litografías.
Los baños de La Estrella, anunciados en este objeto, se fundaron en 1859 en Málaga y estaban emplazados en la playa de la Malagueta. Servían baños de agua de mar fría y templada en zonas separadas por sexos; constaba también de otra parte en un edificio próximo a la playa que tenía duchas y aparatos hidroterápicos. Un servicio especial de coches y tranvías acercaba a los clientes este establecimiento.
En el siglo XIX alcanza gran auge la doctrina higienista, que pone en estrecha relación higiene y salud y considera la limpieza uno de sus principios. El hábito del baño se extiende, lo que se ve favorecido por la extensión de las ideas que ponen en alza el poder el poder revitalizante y curativo de las aguas minerales y marinas. Los baños públicos y balnearios empiezan a proliferar. Sin embargo, la relación con el cuerpo desnudo se mantiene con bastantes reservas y es habitual bañarse con camisa o camisón.
La otra cara de la caja anuncia una empresa maderera propiedad de Viuda e hijos de Manuel Ledesma. Este empresario lo fue también de los Baños La Estrella en 1887.
CENICERO BAZAR X
CA — 1900
Inventario — MTCE037888
Es de hojalata y de forma circular, con base plana y paredes rectas exvasadas. El borde es de color rojo y el centro verde; ambas partes contienen inscripciones; estas están intercaladas, en el borde, con flores amarillas y en el círculo central, rodeadas por una cenefa con hojas.
Se trata probablemente un obsequio comercial, que anuncia el Bazar X. Este establecimiento, fundado por Federico Ortiz López en 1876, estaba situado en la calle Espoz y Mina nº 6 y estuvo en funcionamiento hasta 1934; aunque vendía artículos muy variados, se especializó en la venta de juguetes.
La empresa de fabricación del objeto, la Societé General des Cirages Françaises, fundada en 1877, fue una de las principales productoras y abastecedoras de envases y objetos de metal a todo el país.
El desarrollo industrial, comercial y urbano que se produce a finales del siglo XIX propicia el surgimiento de los bazares y grandes almacenes en las ciudades. Muchos de estos establecimientos se cobijaban en estructuras de hierro, cristal y hormigón (el Bazar X estaba cubierto, junto a otros puestos comerciales, por una gran cúpula de cristal y hierro) donde se vendía una variada gama de productos al alcance de todos los bolsillos y recurrían a nuevas técnicas de venta como el precio fijo, la exposición de la mercancía en llamativos expositores y al apoyo de la publicidad en variados soportes, como, en este caso, objetos de uso cotidiano, para promocionarse.
CAJA DULCE DE MEMBRILLO LA FAMA
CA — 1900
Inventario — MTCE052000
Caja rectangular decorada en tonalidades verdes y grises con la leyenda en dorado. En la tapa, enmarcada por tallos ondulantes con hojas de hiedra y membrillos, se representa una figura femenina alada y de pie, vestida de blanco y con una trompeta en la boca; detrás de la figura hay un rectángulo con la inscripción de la marca; también ha inscripciones en la parte inferior de la tapa, a ambos lados de la figura.
Las paredes laterales están ocupadas por cartelas con inscripción dentro y tallos con hojas lanceoladas y membrillos; rodeando cada esquina hay un pequeño friso con una hilera de árboles.
Servía para contener el dulce de membrillo La Fama. Entre el último tercio del siglo XIX y primeras décadas del XX empiezan a aparecer en Puente Genil, Córdoba, varias fábricas de dulce de membrillo, producto muy valorado en la época por sus propiedades energéticas.
En las inscripciones vemos alusiones a los adelantos técnicos de la época, consecuencia de la expansión de la Revolución Industrial, como la expresión «fábrica a vapor».
Por otra parte, los motivos iconográficos (elementos vegetales, Galatea alada) y el estilo utilizados en la decoración, nos remiten al Modernismo, corriente artística en boga entre finales del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial.
EXPENDEDOR DE CHOCOLATINAS, CHOCOLATE STOLLWERCK HERMANOS
CA — 1900
Inventario — MTCE037893
Constituida por un rectángulo vertical, con base más amplia, y rematado en un tejado a dos aguas con una chimenea, que es el lugar por donde se introducirían las moneda. Tiene una ventana en el frente, bajo la que sobresale una estructura prismática, y una llave en uno de sus laterales. Está cubierto de inscripciones encerradas en cartelas, en el frente y en el tejado; en su trasera ocupan toda la cara; los laterales están decorados con la figura de una niña en una cara y un niño en la otra; entre las inscripciones y las figuras de los niños se intercalan motivos vegetales.
Este objeto, destinado al consumidor infantil, es un contenedor de chocolate de la marca alemana Stollwerck. Esta empresa se fundó en 1839 y alcanzó enseguida una gran expansión internacional; en 2011 pasó a integrarse en una firma belga.
Desde mediados del siglo XIX, la fabricación y comercialización del chocolate – alimento muy energético, además de muy sabroso, de ahí que su consumo vaya todo dirigido a la población infantil- en forma de tableta, permite abaratar su coste y popularizar su consumo.
Tanto la utilización del objeto como hucha como las inscripciones que lleva, incitan al niño a ejercitase en el hábito del ahorro, de tal manera que a los valores gastronómicos o lúdicos del objeto, se añadiría el educativo, según los valores culturales de la época.
La indumentaria de los niños que aparecen en la decoración así como el estilo decorativo, remiten a los años finales del siglo XIX y principios del XX.
REFUGIOS CONTRA LA CIUDAD
La indumentaria de la mujer acusa un cambio trascendental asociado a las nuevas costumbres e impulsado también por los movimientos sufragista e higienista. El traje sastre de dos piezas, empieza a ponerse de moda en Inglaterra entre la alta sociedad y se extiende entre mujeres que buscan una ropa adecuada al ajetreo de la vida urbana. La influencia militar se aprecia en las nuevas propuestas, vinculadas también al deporte y al contacto con la naturaleza. Se buscan tejidos más recios y formas mejor adaptadas al cuerpo mediante la técnica del fitting procedente de la sastrería inglesa.
TRAJE DE CALLE
Hacia 1905
Inventario — CE098775
Traje de calle de dos piezas, una chaqueta y una falda larga, realizado en tafetán de lana de color azul oscuro. La chaqueta es corta, entallada y cierra con cuatro botnes de nácar, color blanco. La única decoración del conjunto son los bordados vegetales de las solapas y del frente de la falda.
Este tipo de trajes de calle, compuestos de chaqueta y falda oscura y una blusa clara, hicieron su aparición en Europa hacia 1880, de la mano del modista inglés Redfern. Se popularizaron muy rápidamente, ya que eran mucho más cómodos y funcionales que los antiguos trajes y vestidos y se adaptaban mejor al día a día de la nueva mujer, sin perder la elegancia que se exigía en la moda femenina de la época.
UNIFORME INFANTIL
Hacia 1907
Inventario — CE105300
Uniforme de batallón de infantería infantil de Aragón, realizado en sarga de lana color azul marino con cuellos y puños en color verde. Las aplicaciones metálicas que hay a ambos lados del cuello representan cornetas, lo que sitúa al portador dentro de la agrupación musical del batallón.
Los batallones infantiles se ponen de moda a finales del siglo XIX cuando las medidas higienistas burguesas, que implican una mejora en las condiciones de vida de las ciudades, se imponen en Europa. A imitación de los batallones franceses, en España se introducen como una garantía más de asegurar la formación en educación física, música y cierta disciplina castrense, de los futuros ciudadanos, dentro de un ambiente ideológico de compromiso patriótico. Para más información, ver José Ramón Salinas y Carmen M. Zavala “Expresión corporal y musical en los batallones infantiles a finales del siglo XX”, en http:// revista.muesca.es. ISSN 1989-5909 | junio 2017, págs. 18-49
TRAJE DE AMAZONA
1880 — 1890
Inventario — CE091872
Conjunto formado por un cuerpo y una falda, en tafetán de lana y raso de seda cruda, más un sombrero de tipología de hongo. Se trata de un traje de amazona, hecho para montar a caballo con las dos piernas hacia el mismo lado sobre unas sillas especiales, destinadas a las mujeres, que evitaba que cabalgase a horcajadas. La hípica es una actividad casi obligatoria para las clases altas, tanto para hombres como para mujeres, porque refleja, de manera directa, el estatus del jinete. A partir del desarrollo de los trajes sastre que consolidan Redfern & Sons en Inglaterra en los años 80 del siglo XIX, se crea una nueva tipología de traje de amazona que imita la sobriedad y resistencia del traje masculino, con colores oscuros y camisas y corbatas claras, siempre con sombrero. La literatura de la época insiste en su capacidad de transmitir elegancia y moda, al mismo tiempo que permite comodidad en los movimientos. La hípica formará parte de uno de los deportes que se ponen de moda, una vez que se inculca los beneficios de la actividad física entre las clases altas.
TAMBOR
1900 — 1930
Inventario — MT CE005982
Tambor con caja de resonancia cilíndrica de poca altura, de metal dorado con bolas decorativas en sus aros. Posee doble membrana de cuero y conserva una baqueta fusiforme de madera.
Este instrumento, junto a otros conservados en la colección del Museo, procede de Alcañiz, en la zona del Bajo Aragón, y se relaciona con la celebración se la Semana Santa en esa localidad. Alcañiz, junto a otras ocho localidades de esa zona pertenecen a la “Ruta del tambor y del bombo”, englobadas en las tamboradas o rituales de toque de tambor, que junto a otras localidades de Andalucía, Castilla La Mancha, Murcia y Valencia han sido declaradas en 2018 por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial. Las tamboradas consisten en repiques rituales de gran intensidad y acompasados de un gran número de tambores que redoblan repetidamente y son de larga duración, tanto de día como de noche, reunidos en espacios públicos, normalmente en las plazas de pueblos y ciudades.
TRICICLO
1880 — 1910
Inventario — MTCE040055
Triciclo compuesto de rueda delantera de mayor tamaño y dos ruedas traseras paralelas que no conservan las llantas. Cuenta con un manillar recto y un asiento de madera sobre barra metálica curva volada. Está provisto de dos pedales en la rueda delantera y no posee cadena, por lo que propulsa el resto del cuerpo apoyándose en las dos ruedas traseras.
El siglo XIX se convierte en la edad dorada de los medios de transporte de la mano de los avances de la Revolución Industrial. Las primeras bicicletas surgen como inventos propiciados por obtener medios rápidos, económicos y cómodos para desplazarse por las ciudades. Las medidas higienistas de gran peso en esta época, ligadas al desarrollo del ocio y del deporte facilitaron que se pusieran de moda, dejando de ser considerados como juguetes de las clases altas de la sociedad. Pese a los continuos avances introducidos en cuanto a su forma y características técnicas, el auge de los automóviles consiguió desplazarlas, quedando relegadas al ámbito del deporte y al mundo infantil, que es donde se enmarca este triciclo, reproduciendo aquellos modelos similares presentes en el mundo adulto, tanto a nivel técnico como de materiales
JUEGO DE CROQUET
1900 — 1950
Inventario — MTCE017860
Juego de croquet de jardín, incompleto, que consta de estructura de madera, siete mazos largos, uno más corto y cuatro bolas. Los mazos poseen franjas de distintos colores, como amarillo, verde, negro o azul violáceo, para distinguir a los participantes.
El croquet es un juego que se suele ejercitar al aire libre sobre hierba o en una cancha especialmente diseñada y que consiste en golpear las bolas con los mazos a través de unos aros que se fijan al suelo. Desde mediados del siglo XIX hasta comienzos del XX, que fue desplazado por el tenis, el croquet consigue ponerse de moda entre una sociedad que solía practicar deportes y juegos al aire libre en su tiempo de ocio y disfrute social. Una de las claves que explican la popularidad de este juego fue que podía ser practicado por todos los públicos, especialmente por las mujeres, ya que era el primer deporte al aire libre que podían jugar ambos sexos sobre una base equitativa.
En España, la aparición de este juego se puede fechar en torno a 1870, introduciéndose paulatinamente de la mano de empresarios y comerciantes vinculados con Inglaterra, entre las clases más acomodadas sobre todo en la cornisa cantábrica, contando con gran presencia en Asturias.
CARTEL GRAN KERMESSE
Joan Pellicer Montseny
Hacia 1900
Inventario — CE028284
Cartel horizontal en el que, dentro de un marco de troncos de bambú, se insertan distintas inscripciones en diferente tamaño, formato de letra y color. En el ángulo superior derecho se representa un escudo romboidal con cruces y barras rojas sobre fondo blanco coronado por un murciélago sobre una corona. Al fondo, destaca una gran fuente sobre la que se superpone un cable con farolillos y banderines; completan la ilustración flores y motivos vegetales a ambos lados del cartel y en primer plano. En el ángulo inferior derecho de la ilustración aparece la firma del autor y el nombre de la imprenta.
Aunque jardines habían existido siempre, es ahora cuando aparece el parque público, entendido como un servicio a la ciudadanía cuyos cuidados y promoción corren a cargo del municipio.La propagación de las ideas higienistas, que propugnaban el disfrute de la naturaleza como alternativa a las condiciones de insalubridad que en las que se vivía en algunas zonas de las ciudades, favorece la expansión de los parques y jardines públicos.
El jardín representado en el cartel es el parque de la Ciudadela de Barcelona- ciudad a la que pertenece el escudo-como indica la Gran Cascada o fuente principal de dicho parque. Fue diseñado por José Fontseré e inaugurado en 1881y fue el primero de la ciudad concebido como parque público.
El autor está firmado por el barcelonés Joan Pellicer Montseny, dibujante y humorista gráfico – trabajó para seminarios satíricos como La Campana de Gracia- y la ilustración de libros. La imprenta responsable de la impresión es Henrich. Y Cª de Barcelona.
CARTEL
Lluis Labarta
1891
Inventario — CE061567
Cartel de disposición vertical en el que se representa, en el centro, un grupo de trece niños vestidos de uniforme de aire militar- pantalón rojo, chaqueta azul con doble abotonadura amarilla y sombrero – alineados en tres filas horizontales, tocando trompetas y tambores. Abajo, tres niños vestidos con camisola gris, les reciben con gestos de alegría. En la parte superior y en el ángulo inferior derecho hay inscripciones en diferentes colores. En el ángulo inferior derecho lleva la firma del autor y la fecha de realización; debajo se encuentra la referencia a la imprenta litográfica.
El teatro en todas sus variedades- entre ellas la zarzuela- fue una de las actividades de ocio favoritas en el siglo XIX. Esta modalidad de espectáculo, que combina música y teatro y tiene una temática generalmente costumbrista, nace a mediados de siglo en España; gozó de gran éxito, tanto en España como en Hispanoamérica, hasta aproximadamente mediados del siglo XX.
Este cartel anuncia El chaleco blanco, zarzuela de un acto de Federico Chueca (autor de la música) y Miguel Ramos Carrión (autor del libreto), ambientada en una modesta pensión del Madrid de la época. Fue estrenada el 26 de junio de 1890 en el Teatro Felipe de Madrid.
El diseño del cartel es de Lluis Labarta, ilustrador y pintor, al que se considera uno de los primeros cartelistas artísticos barceloneses. Curiosamente el motivo que ilustra el cartel no se refiere al argumento de la obra, sino que representa una banda de música infantil. A mediados del siglo XIX, empiezan a prodigarse las actuaciones públicas de las bandas y aparecen las civiles. Por otra parte, el texto resalta la actuación de una compañía de zarzuela infantil; estas compañías líricas infantiles gozaban de cierta popularidad en la época. El cartel está impreso por Lit. Heinrich y Cª en Comta -Sucres de Ramirez de Barcelona.
NOCHES DE ALTO COPETE
1890 — 1900
La posibilidad de ascenso social que abre el avance del capitalismo se refleja en una competición de consumo ostensible que origina uno de los períodos más decorativos de la historia de la moda. En el cambio de siglo, la silueta en “S” definida por recios corsés, se completa con ostentosos sombreros y ricos accesorios, que contrastan con la limpieza de líneas del traje masculino y las tendencias emergentes de una moda práctica para mujer. Bailes y demás ocasiones son aprovechadas por la alta sociedad para exhibir su distinción.
PRISMÁTICOS DE TEATRO
Hacia 1900
Inventario — MTCE95460
Prismáticos o binoculares de latón dorado y placas de marfil, con un mango moldurado que se pliega sobre sí mismo. Este tipo de artilugio se utilizaba en los teatros para poder seguir mejor la función. Conocidos popularmente como «gemelos», se comercializaron en 1893 y, para 1900, ya se habían vendido 10.000 ejemplares.
El hecho de poder utilizar ambos ojos para conseguir un aumento de visión por medio de dos lentes independientes fue todo un reto científico. Tras varios intentos infructuosos, Johann Friedrich Voigtländer y J.T. Hudson, logran, hacia 1800, unos binoculares con puente que se podían ajustar. Pronto se convirtieron en un elemento definidor del estatus de quien lo llevaba, adornándose, como en este caso, con placas de marfil. Esta pieza es de la marca IRIS, casa parisina especialista en prismáticos.
VISTA, M. BIEN
Hacia 1890
Inventario — MTCE011037
Conjunto formado por una falda y una chaqueta, con sombrero, bolso y una sombrilla, de hacia 1890. Destacamos la “visita”, en sarga de lana en color burdeos, que es como se denominaba, entonces, a las chaquetas que, con diferentes tipologías, se utilizaban para ir a hacer sociedad.
Entallada al cuerpo y con dos largas caídas en el delantero, lo que formalmente podría convertirla en una manteleta, se decora con galones de pasamanería de seda y chenilla, además de guarnición bordada con motivos de inspiración oriental. Esta prenda surge, en torno a los años treinta del silgo XIX, como evolución de la mantilla, siendo desde entonces muy utilizada a lo largo de toda la centuria. Mención aparte merece el sombrero, ejemplo de la eclosión que sufre la plumería, como parte del adorno personal, desde el último cuarto del siglo XIX, propiciado por el pujante comercio de especímenes exóticos provenientes de Sudamérica y África.
CONJUNTO DE TRAJE Y CAPA
CA — 1900
Inventario — MTCE092250 y MTCE094157
De este conjunto destaca la capa corta negra que, realizada en tafetán de seda de color negro, se decora con aplicación bordada de mostacillas de pasta vítrea y un volante de encaje de Chantilly que rodea todo el perímetro de la pieza.
Este tipo de capas semicirculares son las mujeres se ponían encima de sus vestidos de gala durante gran parte del siglo diecinueve. Reúne diferentes tipologías de capas, -talmas, rotondas o albornoces (con capucha)- que se agrupan bajo el nombre de salidas de teatro, de baile o de ópera, por ser precisamente este el lugar donde se lucían. La “salida de teatro” equivaldría al término “sobretodo”, es decir, a un nombre genérico bajo el que se engloban diferentes tipos de capas, con o sin mangas.
La falda, negra y larga con cola, está formada por la superposición de tres tejidos: el forro de tafetán, gasa plisada con una tira de gasa rizada en el perímetro del bajo, y por último la falda de encaje, cuyo bajo también lleva aplicada una tira de gasa.
TRAJE, MME. C. PONSA
1900 — 1905
Inventario — MTCE091908-09
Traje formado por dos piezas, en raso de seda en color negro y transparente de tul mecánico. El cuerpo está entallado con ballenas y la falda termina en cola. Está profusamente decorado con líneas de lentejuelas y mostacillas que forman motivos florales y rayos luminosos.
Es un traje de noche, de línea en S, realizado por la casa de modas Mme C. Ponsa, de Barcelona, en torno a 1900. Tanto las formas sinuosas como los motivos naturales de su decoración son un fiel reflejo del estilo modernista que imperaba en ese momento, en los que la curva se convierte en el elemento definitorio de la forma de los trajes de mujer, empleando para ello, un pequeño cojín en la parte posterior de las caderas y cuerpos emballenados y rígidos corsés.
TRAJE, MM. DOUCET
1885 — 1890
Inventario — MTCE100823
Vestido en sarga batavia de seda en color malva tornasolado formado por un vestido y una sobrefalda. La hechura, muy elaborada en su corte asimétrico, así como en su confección, tendente a alargar el busto femenino, remata en un pronunciado pico y, junto al talle ajustado, sitúan cronológicamente la prenda entre 1885-1889. El cuerpo está emballenado y la falda es larga con una estrecha cinturilla.
El conjunto presenta etiqueta de una de las primeras y más importantes casas de moda, la casa Doucet, cuyos diseños, a partir de 1874, se atribuyen a Jacques, sin quedar del todo claro si diseñaba él, su padre Édouard o modistas que formaban parte del negocio. La etiqueta de este traje «Mme DOUCET / 21 RUE DE LA PAIX /. FR. DE PLUSIEURS COURS», data el conjunto en el último tercio del siglo XIX, sin que se sepa a qué «madame» hace alusión, ya que la fundadora de la maison, Adèle, había muerto en 1866, que es quien se había quedado con la línea de lencería. Bajo la gobernanza de Jacques Doucet, la casa alcanxó su pico más alto de popularidad. Famoso entre la clientela americana, desarrolló el tailleur como pieza femenina y utilizó su colección de accesorios del XVIII para aplicarlos sobre las piezas. Otro de sus puntos fuertes fue la confección de prendas de piel a medida. La firma cerró, definitivamente, en 1932.
CARTEL LA VERBENA DE LA PALOMA
Hacia 1894
Inventario — CE023979
Cartel vertical en el que una inscripción en diagonal separa dos escenas; en el ángulo izquierdo superior, una señora mayor vestida con mandil y pañoleta apoya su mano izquierda- con la que sujeta un abanico cerrado- en la cadera y levanta el brazo derecho con gesto de enojo.
En el ángulo derecho inferior, una pareja de mujeres jóvenes con vestido largo y mangas de farol están agarradas bailando. Las inscripciones tienen diversa tipografía, tamaño y color de letra.
El teatro fue una de las actividades de ocio favoritas de la población urbana. La aparición, a finales de siglo, del teatro por horas, supuso la reducción de las obras y por tanto el abaratamiento de su precio, y dispuso el teatro al alcance de las clases populares. Aparece así lo que se conoce como género chico, que comprende una gran variedad de subgéneros, generalmente cómicos y musicales y que reflejan un modo de vida y de sentir con el que el público se identifica; la zarzuela se adapta a este nuevo formato con representaciones reducidas a un solo acto. Esta modalidad de espectáculo, que combina música y teatro y tiene una temática generalmente costumbrista, nace a mediados del siglo XIX en España y goza de gran éxito, tanto en España como en Hispanoamérica, hasta aproximadamente mediados del siglo XX. El teatro fue una de las actividades favoritas de ocio de la población urbana. La aparición, a finales de siglo, del teatro por horas supuso la reducción de la duración de las obras, y por tanto el abaratamiento de su precio, y dispuso el teatro al alcance de las clases populares. Aparece así lo que se conoce como género chico, que comprende una gran variedad de subgéneros, generalmente cómicos y musicales y que reflejan un modo de vida y de sentir con el que el público se identifica. La zarzuela se adapta a este nuevo formato con representaciones reducidas a un solo acto. Esta modalidad de espectáculo, que combina música y teatro y tiene una temática generalmente costumbrista, nace a mediados del siglo XIX en España y goza de gran éxito, tanto en España como en Hispanoamérica, hasta aproximadamente mediados del siglo XX.
Este cartel Anuncia La verbena de la Paloma -subtitulada El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos-, sainete lírico en prosa con libreto de Ricardo de la Vega y música de Tomás Bretón, que se estrenó el 17 de febrero de 1894 en el Teatro Apolo de Madrid. Está ambientada en vísperas de la madrileña festividad de la Paloma, y en ella aparecen personajes- como el sereno, las chulapas, el tabernero- típicos del Madrid castizo finisecular. Por otra parte, el título de la zarzuela refleja también una de las modalidades de ocio más populares en época, la verbena, fiesta popular con baile que se celebra, generalmente por la noche y al aire libre, con motivo de alguna festividad.
La imprenta responsable de la impresión es Henrich y Cía de Barcelona, empresa que sucedió a la Sociedad de los sucesores de N. Ramírez a finales de la década de 1880.
ABANICO DE BARAJA
1890 — 1914
Inventario — MTFCE093450
Varillaje (5+ 2) de materia plástica. Cada varilla sostiene un pluma.
El clavillo y virola son metálicos y la anilla es de materia plástica.
BOLSO
CA— 1920
Inventario — MTCE092414
Con boquilla metálica dorada de esmaltes y cierre a presión. Bordado a dos caras a punto de cadeneta. Alrededor bordado de hilos tendidos con ensartado de cuentas de pasta vítrea negra. El forro es de raso de seda cruda, con cartera interior.
Este bolso de noche, por su diseño y materiales, es un ejemplo del estilo de complemento de mano que se hizo popular desde principios de la centuria.
SOMBRERO
1901 — 1920
Inventario — MTCE015344
Sombrero de seda tipo turbante con copa muy aplastada y ala ligeramente caída y decreciente. Está realizado con tejido de rafia rayado de colores crudo y verde en degradación y raso de seda de color beige oscuro bajo el ala. La decoración es drapeada con aplicación en el lateral de flores realizadas con tafetán de algodón recortado de colores crudo, marrón y verde.
El forro es raso igual al bajo del ala. El refuerzo es de raso de seda color marrón y tejido de doble urdimbre. El armazón es de alambre forrado de color azul y negro y entretela de red cuadrada color marrón y blanco. El barboquejo es una cinta elástica de color negro cosida al refuerzo.
CARNÉS DE BAILE
Estos pequeños libritos fueron utilizados como carnés de baile por la sociedad femenina del siglo XIX, aunque su uso se prolongó hasta mediados del siglo XX. En ellos se reservaba el turno de baile a aquellos caballeros que previamente lo habían solicitado, anotando sus nombres en riguroso orden. En la sociedad decimonónica, los bailes eran acontecimientos sociales habituales entre los nobles y burgueses y se regían por unas estrictas reglas y códigos que todos los invitados conocían.
Los materiales con que estaban realizados y sus acabados reflejaban la posición económica de la dueña, y también aportaban datos sobre su estado civil, empleándose el nácar para las solteras, el marfil para las casadas y el azabache para las viudas. También podían ser de otros materiales como plata, acero o cartón, en los casos más sencillos, y normalmente se adquirían en los comercios de la época, junto a agendas, monederos, devocionarios o tarjeteros, como los que se exponen también en esta vitrina, que en ocasiones formaban conjuntos presentados en lujosos estuches de piel e interior de seda.
CARNET DE BAILE
Hacia 1900
Inventario — MTCE117463
Carné de baile realizado en marfil que se abre en forma de abanico y está compuesto por siete láminas rectangulares con las esquinas redondeadas. Las dos láminas exteriores hacen la función de tapas o cubiertas y presentan decoración con aplicaciones metálicas con motivos florales. De uno de sus extremos pende una cadena metálica de eslabones circulares con anilla de suspensión. Lleva un pequeño lápiz de mango cilíndrico de marfil sujeto a uno de sus laterales.
CARNET DE BAILE
Último tercio siglo XIX
Inventario — MTCE117468
Carné de baile de forma rectangular con tapa de marfil tallado en el que se representa una escena de un bosque con una dama y un perro y otro personaje que se esconde entre la maleza. Todo ello aparece enmarcado en una orla floral. Se conserva sin el portaminas que iría dispuesto en uno de sus laterales.
TARJETEROS
El siglo XIX tuvo un carácter profundamente socializante, donde adquirieron mucho protagonismo las conversaciones y tertulias caseras, los bailes y las visitas, siguiendo unas pautas de conducta y etiqueta doméstica precisas que la sociedad debía conocer y acatar. Las visitas se constituyeron como una norma de educación y en ciertos casos casi como una obligación y los manuales de urbanidad marcaban sus pautas y protocolos, cobrando en este contexto, un mayor protagonismo el uso de las tarjetas de visita. Para guardar y transportar estas tarjetas se usaban tarjeteros como estos, que a menudo cumplían también la función de carné de baile y agenda. Solían estar ricamente decorados, y al igual que los carnés, sus materiales y su decoración ofrecían gran información sobre sus propietarios, como el nivel económico o el estado civil. En este caso la decoración de estos dos tarjeteros son un ejemplo del gusto por lo exótico y lo oriental que en el siglo XIX se instala en todas las artes, fundamentalmente en las artes decorativas y en el ámbito doméstico.
TARJETERO
Siglo XIX
Inventario — MTCE117469
Tarjetero rectangular realizado en marfil, a modo de estuche, formado por dos partes que se separan. Toda su superficie presenta decoración enmarcada por el cuerpo y la cabeza de dos dragones y un murciélago en la parte inferior con las alas desplegadas. Cuenta con un total de seis escenas secuenciales distribuidas en cada una de sus caras en tres pisos, separadas por la propia decoración vegetal. En cada escena aparecen siempre tres personajes en distintas actitudes y con arquitectura, mobiliario y elementos vegetales de raíz orientalizante.
TARJETERO
Siglo XIX
Inventario — MTCE117470
Tarjetero rectangular realizado en marfil, a modo de estuche, formado por dos partes que se separan. Presenta decoración tallada en ambas caras dentro de un marco geométrico. Tanto en su anverso como en su reverso se muestran dos escenas (cuatro en total) enmarcadas en óvalos mixtilíneos de distintos tamaños y de marcada influencia oriental en sus arquitecturas, vegetación y personajes
LA IMAGEN EN MOVIMIENTO
1900 — 1918
Todas las manifestaciones artísticas imprimen a la cultura el dinamismo propio de la ciudad moderna. El salto de la fotografía al cine simboliza la celeridad con que se suceden las vanguardias y los “–ismos”. En 1916, años después de su triunfo en París, los ballets rusos de Diaghilev llegan a España, y con ellos colabora Sonia Delaunay, que inicia su etapa peninsular. El cambio de ritmo hace desaparecer corsés y otras ataduras de la moda para mujer, que retoma la silueta imperio de hacia 1800 para dar inicio a un nuevo estilo, más respetuoso con el cuerpo.
ZOOTROPO Y TIRAS CON IMÁGENES, AGAPITO Y BORRÁS
1890 — 1920
Inventario — MTCE038022A y MTCE038845
Este zootropo, de base circular de madera con vástago central sobre el que se monta una especie de tambor con ranuras verticales paralelas por toda su superficie, es un juguete óptico que gozó de gran popularidad durante el siglo XIX. Se expone junto a tres tiras de imágenes o películas que se colocarían en su interior adaptándose al espacio circular.
Estas películas son tiras de cartón en las que se pintaba un motivo simple que se repetía a lo largo de toda su extensión, variando mínimamente en algún gesto o pose. En este caso se representan tres figuras masculinas, que varían en sus gestos corporales o en los objetos que llevan, como paraguas y balones. Al hacer girar el tambor la rápida sucesión de las imágenes genera la sensación de movimiento.
Este objeto se apoya en la teoría de la imagen en movimiento que a su vez se basa en la capacidad del ojo humano para retener una imagen durante un intervalo de tiempo mínimo. Así, mediante la sucesión rápida de imágenes similares se genera una sensación de movimiento. Durante el siglo XIX se inventaron diversos artilugios ópticos, muchas veces concebidos como meros objetos lúdicos, hasta el punto de denominarse de forma genérica como jueguetes ópticos y considerándose los antecedentes remotos de los proyectores de imágenes y de los cinematógrafos.
LINTERNA MÁGICA Y PLACAS CON IMÁGENES
1900
Inventario — MTCE038021A
Linterna mágica o lampadoscopio que sobre una base de madera se dispone un proyector metálico que apoya su visor sobre una figurilla con los brazos extendidos hacia arriba que hace las veces de decoración y de sujección. La zona de la lente presenta un espacio cuadrangular por donde se insertan las placas con imágenes.
Estos juguetes ópticos creados en el siglo XIX, junto a otros como el zootropo también aquí expuesto, se basaban en la teoría de la imagen en movimiento, siendo considerados como antecedentes remotos de los proyectores de imágenes y de los cinematógrafos.
En este caso, el lampadoscopio recreaba pequeñas escenas que se pintaban en estas placas de cristal, formando un conjunto sin que necesariamente se diera una sucesión cronológica, como sí ocurría con los zootropos. En ellas se pintaban diversos motivos, acordes a los gustos del momento, como vemos en estos ejemplos donde se muestran escenas circenses, niños jugando o animales con actitudes de humanos y vestidos como tales. El proyector dispone en su interior de una fuente de luz que se proyectaba a través del visor, en el que previamente se coloca la película de cristal decorada. Al pasar la luz a través del cristal se proyectaba la imagen a mayor tamaño sobre una superfcie plana y se tenía que pasar el cristal a través de la ranura situada en frente del foco, de tal manera que se proyectaban las diferentes escenas que componían las historias o los diferentes motivos.
CÁMARA, FUNDA Y CARRETES KODAK
1912
Inventario — MTCE037427A
Cámara fotográfica modelo Vest Pocket de la marca Kodak. Tiene forma rectangular y carcasa metálica negra, con visor directo, plegable, y con fuelle para conseguir varias distancias dependiendo de la extensión. En su trasera, cuenta además con un estilete metálico y apuntado que se utilizaba como lápiz para escribir sobre la película fotográfica a través de una pequeña ranura en la parte trasera de la cámara, anotando así el fotógrafo los datos que consideraba importantes.
Se conserva junto a su funda realizada en cuero sintético negro con cierre automático metálico y tres carretes fotográficos iguales con funda de protección de la película de 4,5 x 6 cm en sus cajas originales.
Esta pequeña cámara, conocida por su pequeño tamaño, constituye una de las producciones más icónica de la firma estadounidense Kodak, siendo la cámara plegable más vendida entre los años 1912 y 1926. La compañía, fundada en 1892, se marcó como uno de sus objetivos la popularización de la técnica fotográfica, mediante la creación de máquinas más manejables y asequibles, y películas que simplificasen el proceso de obtención de la imagen. También Kodak destacó por la introducción de las primeras películas fotográficas de papel, sustituyendo así al complicado anterior sistema de placas de vidrio, y que se encuentran representadas en esta vitrina.
Además, como podemos apreciar, la cámara se comercializaba en un estuche a la medida, que facilitaba su transporte cómodo, a la vez que la protegía. Precisamente, este modelo de cámara era conocido por su capacidad para adaptarse a los bolsillos de la indumentaria, faciltando su traslado.
CÁMARA FOTOGRÁFICA, VOLGTLÄNDER & SOHN
Hacia 1900
Inventario — MTCE053231
Cámara fotográfica de fuelle, realizada en madera de caoba con una estructura que descansa sobre pies con ruedas y freno. Cuenta con una serie de tuercas para enfocar el objetivo y el panel de exposición, así como para desplazar la vertical y la horizontal, y también con dos manivelas, una para deslizar los paneles hacia delante y hacia atrás y otra para inclinar la cámara.
Uno de los grandes avances científicos y técnicos del siglo XIX, y de enorme trascendencia para el XX, es el de la fotografía. Al amparo de todo el progreso industrial, la fotografía vendría a revolucionar la forma de plasmar la imagen, con importantes implicaciones sociales y económicas. La fotografía, durante todo el siglo XIX, se asocia a la nueva clase social triunfante, la burguesía. Frente al retrato, tradicionalmente asociado a las clases aristocráticas, la burguesía encuentra en la fotografía una forma novedosa de plasmar su incipiente papel social.
Esta cámara lleva la firma de Voigtländer & Sohn, que gozó gran fama y prestigio durante el siglo XIX y primera mitad del siglo XX, destacando por la calidad de sus lentes ópticas y por su capacidad innovadora. Es un modelo interesante porque además conserva una etiqueta manuscrita y adherida a la tapa de cartón que protege la lente, donde se indican las instrucciones para lograr la calidad adecuada de la muestra.
CARTEL EXPOSITION INTERNATIONALE DES APPLICATIONS D’ÉLECTRICITÉ
1908
Inventario — CE026906
Linterna mágica o lampadoscopio que sobre una base de madera se dispone un proyector metálico que apoya su visor sobre una figurilla con los brazos extendidos hacia arriba que hace las veces de decoración y de sujección. La zona de la lente presenta un espacio cuadrangular por donde se insertan las placas con imágenes.
Estos juguetes ópticos creados en el siglo XIX, junto a otros como el zootropo también aquí expuesto, se basaban en la teoría de la imagen en movimiento, siendo considerados como antecedentes remotos de los proyectores de imágenes y de los cinematógrafos.
En este caso, el lampadoscopio recreaba pequeñas escenas que se pintaban en estas placas de cristal, formando un conjunto sin que necesariamente se diera una sucesión cronológica, como sí ocurría con los zootropos. En ellas se pintaban diversos motivos, acordes a los gustos del momento, como vemos en estos ejemplos donde se muestran escenas circenses, niños jugando o animales con actitudes de humanos y vestidos como tales. El proyector dispone en su interior de una fuente de luz que se proyectaba a través del visor, en el que previamente se coloca la película de cristal decorada. Al pasar la luz a través del cristal se proyectaba la imagen a mayor tamaño sobre una superfcie plana y se tenía que pasar el cristal a través de la ranura situada en frente del foco, de tal manera que se proyectaban las diferentes escenas que componían las historias o los diferentes motivos.
FRAC, ROBERTS Y CÓRDOBA
1910
Inventario — MTCE016450-52
Traje de frac en paño de lana negro, compuesto por chaqueta con faldones a la espalda, chaleco con amplio escote y pantalones. La chaqueta tiene solapas en sarga de seda negra, corte a cintura del que nacen los faldones en la espalda y línea de diez botones decorativos forrados con pasamanería. El forro es de raso de seda, también negro. Los pantalones, con trabilla de ajuste a la espalda, lucen galón de trencilla negro en los costados.
La tipología del frac es desde hace casi dos siglos el “uniforme” de gala del hombre occidental, siempre combinado con camisa blanca y pajarita negra. Durante el primer tercio del siglo XIX se produjo la desaparición progresiva de los calzones masculinos, sustituidos por el pantalón, y paralelamente se fue abandonando el uso de lujosos tejidos de seda en detrimento del más robusto paño de lana. Al mismo tiempo, en una evolución evidente hacia un vestir más sobrio y pragmático, se abandonan los colores vistosos y el negro se va imponiendo como el color más popular, imperativo en las ocasiones importantes. El término “frac” daba nombre anteriormente a las chaquetas largas con solapas que sustituyeron a las casacas con cuello de tirilla en boga en torno a 1800. Hacia 1840, la chaqueta tipo frac se configura ya con la forma en la que la conocemos actualmente, y el término empieza a utilizarse para denominar al conjunto completo de tres piezas. La chaqueta de frac tiene origen en el siglo XVIII, en Inglaterra, y procede del frock, prenda concebida para montar a caballo o practicar otros deportes. A principios del XIX, los caballeros ya lo empleaban para toda clase de actos sociales en múltiples colores, pero llegado el siglo XX su uso se fue relegando a las ocasiones de gala, en las que todavía sigue vigente con pequeñas variaciones.
VESTIDO
CA — 1910
Inventario — MT089389
Vestido de nipis, largo, con corte bajo el pecho en V invertida, manga corta y escote redondeado perfilado por cortes rectos. Está decorado con bordados de hilos metálicos, hilos de seda y lentejuelas: en las bocamangas, cenefa de hilo metálico formando ondas y cadena de rombos; salpicados por toda la pieza, especialmente en la falda, pequeños tallos con flor; y en el busto y el bajo ancha banda decorativa formada por greca de hilo metálico, grandes flores de hilo metálico y de seda, y cartuchos de terciopelo negro y verde salpicados de pequeñas lentejuelas. El escote está rematado con una puntilla de encaje con nutridos y punto Richelieu.
Este vestido es el resultado de un largo proceso que cubre prácticamente dos siglos de historia. El tejido, y en especial su decoración, nos remiten a principios del siglo XIX, con el auge de la moda neoclásica y los famosos vestidos camisa que fueron tendencia gracias en parte a las maneras desenfadadas de Josefina de Beauharnais, consorte de Napoleón. Si aquellos se confeccionaron por lo general con muselinas de algodón, en este caso llama la atención el uso del nipis, un fino tafetán casi transparente elaborado con fibras extraídas del abacá, planta originaria de Filipinas cuyo nombre científico, musa textilis, hace referencia a sus propiedades. La procedencia filipina del nipis vincula esta pieza con la colonia española que se emancipó en 1898. Poco después de esa fecha, hacia 1910, se confeccionó el vestido siguiendo las premisas del nuevo estilo impuesto desde el París de Paul Poiret y Jeanne Paquin, que supuso el destierro del corsé del guardarropa femenino. Este tipo de vestidos recuperaban, un siglo después, las formas confortables de los vestidos camisa neoclásicos, con los que se reiniciaba el camino de la moda femenina hacia un tipo de indumentaria más práctica. En ambos casos, el llamado corte imperio, bajo el pecho, resulta característico. La pieza evidencia así mismo una segunda intervención, ya avanzado el siglo XX, cuando se añaden los cierres con botones de cuerpo de plástico y la cremallera, una nueva adaptación concebida desde el pragmatismo. El vestido ingresó en el Museo con un cinturón de terciopelo negro decorado con los mismos motivos (recortados del tejido originario) y un viso de rayón confeccionado hacia los años 60, pero se ha expuesto sin estos elementos para poder apreciar nítidamente su confección.
VESTIDO Y SOMBRERO
CA — 1908 — 1910 y CA —1875 — 1899
Inventario — MTCE094030 y MTCE015346
Vestido largo, de confección mixta sobre base en tafetán de seda negro, entallado a la cintura y con corte bajo el pecho, con cola y vuelo en la espalda conseguido por medio de frunces y una pequeña quilla. Tienes escote redondeado, cegado con una pieza de tul bordado en color crudo que se prolonga formando cuello de cisne, con cierre a la espalda de corchetes.
Presenta una decoración compleja, con aplicación de cordoncillo trenzado que describe una flor central flanqueada por formas lanceoladas y volutas, aplicaciones de terciopelo recortado, cintas de encaje y mostacillas, y adornos de pasamanería y flecos, en su mayor parte concentrada en el busto y las mangas, largas y ajustadas. Se conjunta el vestido con un sombrero con copa circular aplastada y ala parcialmente vuelta sobre la copa, en terciopelo piloso que imita piel de animal. Está ricamente decorado, con jaretas, un falso broche con cabujones de pasta vítrea y dos ramilletes, uno de plumas de avestruz y otro de flores de tela.
A finales del siglo XIX, las reivindicaciones relativas al vestir de la mujer alcanzan gran difusión, y reciben un fuerte impulso por parte de sufragistas, médicos y otros reformadores sociales, que empiezan a cuestionar el uso del corsé por ser nocivo para la salud y dificultar el movimiento. El aparato decorativo del vestido femenino alcanza uno de sus momentos álgidos con las modas de la Belle Èpoque, que hacia 1900 imponen una silueta en “S” definida por la máxima constricción del corsé en la zona de la cintura. Frente a esta tendencia, acompañada de ricas decoraciones superpuestas y sombreros de gran tamaño, surgen las tentativas de reforma del vestido, encabezadas por movimientos artísticos y feministas. El vestido expuesto, buen ejemplo de la estética modernista, muestra todavía esa silueta y cierta opulencia decorativa, con rasgos del estilo “tapicero” que surgió en los años del polisón, pero también presenta una mayor depuración de líneas, con una silueta muy vertical y corte imperio. Este corte bajo el pecho libera el talle de cintura y hace innecesario el uso de corsé. En paralelo a esa evolución de la silueta, y hasta la ruptura que supone el estallido de la I Guerra Mundial, el accesorio predilecto de las damas es el sombrero, que en esta época alcanza dimensiones desorbitadas y se adorna frecuentemente con grandes plumas. El comercio con las colonias de Sudamérica y África da pie a introducir la plumería como manifestación de lujo y exotismo, como se aprecia en la pieza expuesta, que no solo se adorna con plumas de avestruz, sino que también imita la piel de animal mediante el estampado del terciopelo.
ÁREA 06
CLÁSICOS DE LA COLECCIÓN
Este vestido de línea imperio, largo por encima del tobillo, está realizado en raso de seda marfil con capa exterior que se transparenta de muselina de seda azul plomo. Tiene escote en pico que deja ver en su parte central un trozo de encaje mecánico de algodón beige con motivos florales sobre fondo de tul. Lleva corte bajo el pecho al que va ligeramente plisada la gasa azul. De la capa color marfil asoman en su parte inferior dos volantes. Se decora con aplicación de cordón de metal plateado de dos cabos torsionado en S, anudado en el centro del escote, que cae rematando en dos grandes borlas.
Poiret fue el modisto francés más importante de la época de preguerra y el que suprimió definitivamente el corsé a favor del sujetador, prenda de la que se declaró inventor. Sus ropas caen sobre el cuerpo, proporcionando libertad de movimiento. Sus cortes recuerdan al estilo imperio de principios de XIX y así, estos vestidos, no entallados, se ciñen bajo el pecho y de ahí se deslizan hasta el suelo. Esto fue una gran innovación en un momento en que se destacaban mucho las cinturas.
HISTORIA DE LA PIEZA
El vestido pasa a formar parte de las colecciones del Museo del Traje en 2006 gracias a la adquisición que hizo el Ministerio de Cultura adquirió para el Museo del Traje, en el año 2006, la colección de moda del siglo XX reunida por Enrico Quinto y Paolo Tinarelli.
Se trata de una colección compuesta por más de 880 conjuntos de indumentaria que, por la calidad y variedad de sus piezas, podría formar en sí misma un museo de la moda. Desde vestidos del mítico Paul Poiret hasta trajes de Victor & Rolf; conjuntos de finales del XIX hasta 2002; vestidos decoradísimos de los años 20; exponentes del New Look de los 50; moda pop de los 70 y todos los excesos de los 80 y 90 están representados en la colección. Maestros consagrados de la moda como Balenciaga, Madame Gres y Pertegaz, junto a autores de la alta costura como Valentino, Saint Laurent, Christian Dior, Versace o Westwood. Todo un elenco de diseñadores que muestran el abanico de las tendencias en el vestir del último siglo.
Entre 2003 y 2004 se organizó en la Academia di Francia, Villa Medici de Roma la exposición Un secolo di moda. Creazioni e miti del XX secolo, sobre la colección de Quinto y Tinarelli. El catálogo que se editó sobre la exposición supuso una de las primeras muestras que rindieron homenaje a la evolución del vestuario en todo el siglo XX, entendiendo la moda no solo como material histórico e histórico artístico, sino como fenómeno de interpretación de los comportamientos sociales y psicológicos de nuestro tiempo, además de la transformación del gusto y las costumbres. En concreto este vestido de Poiret aparece en la página 25 del catálogo.
En la exposición permanente del Museo se pueden ver otras piezas procedentes de esta colección romana con firmas de Lanvin, Heim, Fath, Balenciaga o Versacce,
En 2009 se expuso por primera vez en la exposición temporal 100% S. XX. Moda internacional del Siglo XX en el Museo del Traje.
También ha sido prestado a otras instituciones como en el caso de la exposición temporal Xavier Gosé 1867-1915. Ilustrador de la modernidad en el Museo Nacional d’Art de Catalunya de Barcelona de diciembre de 2015 hasta marzo de 2016.
El vestido de Poiret se exhibió también dentro del discurso de la exposición permanente del Museo del Traje desde 2016 hasta 2018, en concreto en la vitrina 31 La silueta moderna dentro del área “Belle Époque (1898-1914).
Tras ello, de febrero a mayo de 2018 participa en la exposición Sorolla y la moda en el Museo Thyssen Bornemisza. En esta exposición se presenta el vestido en diálogo con la obra Sobre la arena, playa de Zarautz de 1910, donde se puede ver a dos mujeres cosiendo y leyendo con vestidos de silueta directorio en la playa rodeadas de niños.
Inventario — MTCE103641
VESTIDO DE PAUL POIRET,
1911
VESTIDO DE PAUL POIRET,
1911
Este vestido de línea imperio, largo por encima del tobillo, está realizado en raso de seda marfil con capa exterior que se transparenta de muselina de seda azul plomo. Tiene escote en pico que deja ver en su parte central un trozo de encaje mecánico de algodón beige con motivos florales sobre fondo de tul. Lleva corte bajo el pecho al que va ligeramente plisada la gasa azul. De la capa color marfil asoman en su parte inferior dos volantes. Se decora con aplicación de cordón de metal plateado de dos cabos torsionado en S, anudado en el centro del escote, que cae rematando en dos grandes borlas.
Poiret fue el modisto francés más importante de la época de preguerra y el que suprimió definitivamente el corsé a favor del sujetador, prenda de la que se declaró inventor. Sus ropas caen sobre el cuerpo, proporcionando libertad de movimiento. Sus cortes recuerdan al estilo imperio de principios de XIX y así, estos vestidos, no entallados, se ciñen bajo el pecho y de ahí se deslizan hasta el suelo. Esto fue una gran innovación en un momento en que se destacaban mucho las cinturas.
HISTORIA DE LA PIEZA
El vestido pasa a formar parte de las colecciones del Museo del Traje en 2006 gracias a la adquisición que hizo el Ministerio de Cultura adquirió para el Museo del Traje, en el año 2006, la colección de moda del siglo XX reunida por Enrico Quinto y Paolo Tinarelli.
Se trata de una colección compuesta por más de 880 conjuntos de indumentaria que, por la calidad y variedad de sus piezas, podría formar en sí misma un museo de la moda. Desde vestidos del mítico Paul Poiret hasta trajes de Victor & Rolf; conjuntos de finales del XIX hasta 2002; vestidos decoradísimos de los años 20; exponentes del New Look de los 50; moda pop de los 70 y todos los excesos de los 80 y 90 están representados en la colección. Maestros consagrados de la moda como Balenciaga, Madame Gres y Pertegaz, junto a autores de la alta costura como Valentino, Saint Laurent, Christian Dior, Versace o Westwood. Todo un elenco de diseñadores que muestran el abanico de las tendencias en el vestir del último siglo.
Entre 2003 y 2004 se organizó en la Academia di Francia, Villa Medici de Roma la exposición Un secolo di moda. Creazioni e miti del XX secolo, sobre la colección de Quinto y Tinarelli. El catálogo que se editó sobre la exposición supuso una de las primeras muestras que rindieron homenaje a la evolución del vestuario en todo el siglo XX, entendiendo la moda no solo como material histórico e histórico artístico, sino como fenómeno de interpretación de los comportamientos sociales y psicológicos de nuestro tiempo, además de la transformación del gusto y las costumbres. En concreto este vestido de Poiret aparece en la página 25 del catálogo.
En la exposición permanente del Museo se pueden ver otras piezas procedentes de esta colección romana con firmas de Lanvin, Heim, Fath, Balenciaga o Versacce,
En 2009 se expuso por primera vez en la exposición temporal 100% S. XX. Moda internacional del Siglo XX en el Museo del Traje.
También ha sido prestado a otras instituciones como en el caso de la exposición temporal Xavier Gosé 1867-1915. Ilustrador de la modernidad en el Museo Nacional d’Art de Catalunya de Barcelona de diciembre de 2015 hasta marzo de 2016.
El vestido de Poiret se exhibió también dentro del discurso de la exposición permanente del Museo del Traje desde 2016 hasta 2018, en concreto en la vitrina 31 La silueta moderna dentro del área “Belle Époque (1898-1914).
Tras ello, de febrero a mayo de 2018 participa en la exposición Sorolla y la moda en el Museo Thyssen Bornemisza. En esta exposición se presenta el vestido en diálogo con la obra Sobre la arena, playa de Zarautz de 1910, donde se puede ver a dos mujeres cosiendo y leyendo con vestidos de silueta directorio en la playa rodeadas de niños.
Inventario — MTCE103641
TRAJE CON POLISÓN,
G&E. Spitzer/Vienne, Ca — 1879
Este conjunto de tres piezas, en damasco de seda en color burdeos, falda de polisón y dos cuerpos, uno de manga larga y cuello alto, más abrigado, y otro de escote barco y manga muy corta, más apropiado para reuniones celebradas en interior, como conciertos, bailes o cenas, es sin duda uno de los clásicos de la colección. Se trata de uno de los trajes que la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, habría traído de Viena en su equipaje en 1879, cuando viajó a Madrid para convertirse en Reina de España, por matrimonio con Alfonso XII.
El polisón (en Francia llamado tournuré) tuvo su primera época a partir de 1867. Se trataba de una especie de medio miriñaque (el artefacto ahuecador de faldas utilizado durante el siglo XIX, hasta este momento) colocado en la parte posterior de la falda. Hacia 1875 se produjeron cambios significativos en los elementos estructurales que dio lugar a la época del segundo polisón, silueta, a la que pertenece este vestido, que permaneció hasta 1883.
El cuerpo con manga larga y estrecha es más largo que en el período anterior del primer polisón, y se ajusta al busto siguiendo la línea del corsé del momento. Está confeccionado combinando damasco con terciopelo liso y va rematado con vivo en el delantero y cola con plomos en la espalda. En los ajustadores interiores lleva una cinta de seda estampada en oro con tres escudos heráldicos y la inscripción «G&E.SPITZER/VIENNE. KARNTHNERRINS, 12», que pertenece a una marca de fábrica vienesa. Este cuerpo es el utilizado para salir a la calle o recibir visitas. La falda se construye en torno al polisón, situado en la espalda y con forma de cojinete sustentado por tiras de acero. Larga, con cola y bolillo en el lateral, está realizada por la combinación de tres tejidos diferentes: damasco, terciopelo liso y satén. Los tejidos elegidos hicieron furor en este período, todos del mismo color morado pero aportando cada uno la tonalidad y brillo propios de su textura. Estos distintos materiales se combinan en falda y sobrefalda construyendo volúmenes a base de drapeados. Ambos, tejidos y volúmenes, se complementan con gran maestría con encajes de Valenciennes, de pie recto y cabeza polilobulada con virgulitas que, aunque casi imperceptibles, aportan otra nota de elegancia
HISTORIA DE LA PIEZA
Este traje ingresó en el museo gracias a la donación que la propia Reina María Cristina hizo al antiguo Museo del Traje, institución que funcionó entre 1927 y 1934, heredera de las colecciones recogidas para la Exposición del Traje Regional e Histórico de 1925, exhibición que tuvo enorme impacto, consiguiendo incluso la atención de varios miembros de la casa real. En 1934 y sin haber podido abrir al público, el Museo del Traje se transformó en Museo del Pueblo Español.
Pues bien, en todas las ocasiones en que el Museo del Pueblo Español estuvo abierto al público, este ha sido uno de los conjuntos estrella de la colección. Así, se presentó en la sala de trajes señoriales o de época del Museo del Pueblo Español, en el periodo 1940-1944, en cuya guía podemos leer lo siguiente: “En esta misma sala también se halla un traje de época, con mayor historia que los anteriores. Trátase del que uso Doña Maria Cristina al hacer su presentación en la corte de Madrid, traje con gran sabor de época, que parece tomado de un cuadro de Madrazo o de Casado del Alisal”. De este periodo contamos con las fotografías que hizo Férriz en 1942, e incluso con los ferros de impresión para que estas fotografías formaran parte de las publicaciones del museo.
También estuvo expuesto en el montaje del Museo del Pueblo Español de 1971-1973.
Y por supuesto en la exposición Moda en Sombras que tuvo lugar entre noviembre 1991 y mayo 1992, y que presentó el conjunto en su totalidad, presentando el cuerpo de manga larga vestido junto a la falda, y en un maniquí aparte, el cuerpo de fiesta. En esta exposición el traje llamó mucho la atención siendo uno de los más citados en la prensa.
El recorrido estelar de este conjunto no termina aquí. Fue la primera pieza que prestó, en 2004, el recién creado Museo del Traje a una exposición temporal: Visitas Regias. Puerto de Gijón en la sala de exposiciones “Antigua Rula”, antigua fábrica de hielo del puerto deportivo de dicha ciudad. Para poder acceder al préstamo se solicitó que se restaurara la pieza.
En la exposición permanente del Museo del Traje ha estado en varios periodos entre 2007 y 2018, alternando periodos de descanso, así lo hemos podido ver de espaladas en la vitrina 22, de frente en la vitrina 21, el cuerpo de fiesta en nuestro palco de teatro en la vitrina 18, o incluso su réplica mostrando la evolución de la silueta.
De abril a octubre de 2015 participaría en la exposición Jaulas Doradas, en la sala de exposiciones temporales de la planta baja, mostrando de nuevo los dos cuerpos.
El cuerpo de manga corta está actualmente expuesto en la vitrina 21 de la exposición permanente, desde una perspectiva distinta, que permite ver en parte el interior de la pieza. Mientras tanto el resto del conjunto queda descansando hasta su próxima aparición estelar.
Podéis encontrar mucha más información en el modelo del mes titulado “El polisón de la reina”. Modelo del mes. Abril 2006.
INVENTARIO:
MT000416A — Cuerpo
MTCE000416B — Falda
MTCE000417 — Chaqueta
ÁREA 06
CONTEXTO
GLOSARIO
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BIBLIOGRAFÍA
CAMBIO DE SIGLO: IDEAS, MENTALIDADES, SENSIBILIDADES EN ESPAÑA HACIA 1900
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«Los intelectuales, el caciquismo, el lugar de la mujer, el periodismo político, la expresión poética, la retórica del ensayo… las nueve contribuciones [de esta obra] pretenden contemplar algunos aspectos particularmente representativos para la España de hace cien años…: ideas, mentalidades, sensibilidades.» Patrick Collard (director editorial).
ESPAÑA FIN DE SIGLO 1898 (EXPOSICIÓN)
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«Un paseo de caballeros en velocípedo es la imagen que anuncia la exposición, celebrada en 1998 en el antiguo MEAC de Madrid y el catálogo en el que treinta autores completan con sus textos la labor de un equipo de siete investigadores a lo largo tres años, bajo la dirección de la académica Carmen Iglesias. La muestra, inaugurada por los Reyes, reconstruye a vida cotidiana en la España de 1898, e ilustra el fin de siglo «con rigor histórico y espectáculo»» (El País, 10 de enero de 1998)
TEXTILTECA
ÁREA 06
MIRADA PROFESIONAL
Museo del Traje. CIPE Av. Juan de Herrera, 2 (28040) Madrid
Metro: Ciudad Universitaria (línea 6) Moncloa (líneas 3 y 6)
Teléfono: 91 550 47 00