ÁREA 10

LA MODA

DE MASAS

Las reformas del tejido económico español impulsadas por el gobierno franquista cambian la dinámica del país, que se incorpora a la cultura de consumo a partir de los 60. La tecnología entra en los hogares españoles: la “tele”, las lavadoras, los tejidos sintéticos “inarrugables” colonizan los espacios publicitarios que se hacen eco de la cultura pop internacional.

La clase media urbana se fortalece al tiempo que se acentúa el éxodo del rural a la ciudad con un flujo migratorio alcanza su máximo hacia 1970. El comercio y la industria, amparados por el elevado proteccionismo franquista, -que persiste en los primeros años de democracia-, experimentan un auge importante. A medida que el consumo crece, la renovación de las mercancías y los estilos de vida que representan se acelera, con lo que la costura y demás artesanías desaparecen de la vida doméstica. Los modelos importados del mundo anglosajón se imponen y con ellos, la juventud como el  ideal absoluto. La llegada de la democracia inaugura un período de estabilidad política y social, no exento de tensiones. El problema de la identidad nacional es también el de la identidad de España como marca, inserta ya plenamente en la corriente global.

AREA 10

LA MODA

DE MASAS

Las reformas del tejido económico español impulsadas por el gobierno franquista cambian la dinámica del país, que se incorpora a la cultura de consumo a partir de los 60. La tecnología entra en los hogares españoles: la “tele”, las lavadoras, los tejidos sintéticos “inarrugables” colonizan los espacios publicitarios que se hacen eco de la cultura pop internacional.

La clase media urbana se fortalece al tiempo que se acentúa el éxodo del rural a la ciudad con un flujo migratorio alcanza su máximo hacia 1970. El comercio y la industria, amparados por el elevado proteccionismo franquista, -que persiste en los primeros años de democracia-, experimentan un auge importante. A medida que el consumo crece, la renovación de las mercancías y los estilos de vida que representan se acelera, con lo que la costura y demás artesanías desaparecen de la vida doméstica. Los modelos importados del mundo anglosajón se imponen y con ellos, la juventud como el  ideal absoluto. La llegada de la democracia inaugura un período de estabilidad política y social, no exento de tensiones. El problema de la identidad nacional es también el de la identidad de España como marca, inserta ya plenamente en la corriente global.

Y LA MODA

TOMA LA CALLE…

Sastrerías para hombre en proceso de expansión, como Cortefiel o El Corte Inglés, contribuyen a la aceptación del consumo deropa tallada, presente también en boutiques, de lujo o más modestas, que importaban o producían sus propias confecciones prêt-à-porter. Los industriales textiles, tradicionalmente interesados en el sector de tejidos, descubren a inicios de los 60 el potencial de la confección basada en la moda, si bien se muestran poco proclives a abandonar las líneas marcadas por las tendencias. Diseñadores como José María Fillol traducen esas tendencias para su comercialización en España, mientras unos pocos pioneros lanzan las primeras propuestas de autor.

… Y LA CALLE

TOMA LA MODA

1968 – 1980

La situación en la España “tardofranquista” y transicional animó el uso contestario de la imagen personal, desde la emulación de los códigos indumentarios del Mayo del 68 parisino o el estilo de vida hippy, hasta la asimilación del punk inglés, entreverado con la crisis industrial, el paro y la drogadicción juvenil. Como práctica cotidiana, la moda ofrece un canal de expresión individual; como industria, responde a cada movimiento social y estimula los cambios. Más que nunca, la calle es fuente de inspiración para los diseñadores y entre ambas se inicia un ciclo de retroalimentación constante.

LA ALTA COSTURA

COMO MARCA

1963 – 1975

Alta costura, prêt-à-porter, alta confección, prêt-à-couture… son marchamos que establecen distintas categorías dentro de la producción de moda para definir claramente su estatus ante el consumidor. Pero cada una requiere técnicas distintas, y pocos modistas, acostumbrados a “modelar” sobre el cuerpo directamente con el tejido, logran despuntar también como diseñadores. Sí es el caso de Yves Saint Laurent, cuya influencia es incalculable en la moda de los 60 y 70, o de Elio Berhanyer, creador de una de las marcas que mejor han sabido definir un lenguaje propio, que supo adaptar a la producción en serie.

VESTIDO, YVES SAINT LAURENT,

1966
Inventario — MTCE104853

Vestido en tul bordado con lentejuelas de acetato azules y blancas a rayas horizontales. Es largo por debajo de la rodilla, prácticamente recto, con manga larga, y con cuello a caja con escote delantero de pico.  

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Está confeccionado con seis piezas, una para el delantero, con dos pinzas de pecho, una para cada manga con costura hacia el interior, dos para la espalda con costura longitudinal, y la sexta para tapar el escote, de pequeño tamaño y triangular. Lleva dos tapetas de falsos bolsillos en el delantero a la altura de la cintura y tiene forro en tafetán de rayón beige.

Este vestido, pertenece a la colección primavera-verano de 1966 de alta costura de Yves Saint Laurent. Se conserva el boceto, con el figurín y un retal del tejido, en la Fondation Pierre Bergé-Yves Saint Laurent. De los bocetos de sus colecciones de alta costura se hizo una reproducción facsímil con el título Yves Saint Laurent haute couture. L´ ouvre intégral. 1962-2002 (París: Editions de La Martiniere, 2010), en cuyo vol. I `1962-1976´, folio 133, plancha 10/19, se reproduce el correspondiente a este vestido. Según el programa del desfile corresponde al pase núm. 33, y venía descrito como Robe-chandail de cocktail de pailleté marine et blanc (vol. `Programmes´, p. 20. de la misma publicación). Esta pieza muestra la simplificación formal con la que Yves Saint Laurent rejuvenece las tendencias de la alta costura parisina en la década de los 60, introduciendo rasgos de la moda urbana que, en este vestido, se relaciona con el estilo marinero que Coco Chanel había trabajado en los años 20. Saint Laurent mantiene no obstante el código del lujo propio de la costura por medio de la utilización de un tejido ricamente decorado con un virtuoso bordado de lentejuelas.

VESTIDO, YVES SAINT LAURENT RIVE GAUCHE

1967
Inventario — MTCE105046

Vestido en tafetán de trama irregular de seda naranja. Largo por encima de la rodilla y de corte recto, tiene cuello camisero y manga larga que frunce en el puño, con abertura cerrada con dos botones perforados rosas y ojal de hilo. Tiene abertura reforzada hasta la cintura, que cierra con una línea de ocho botones como los anteriores y un corchete en el cuello. La falda tiene una tabla central en el delantero hasta el bajo y a ambos lados de la cintura presenta dos bolsillos de plastrón con tapa, y otro más a la altura del pecho sobre la hoja izquierda, más pequeño y sin tapa. En la espalda, tiene canesú. 

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Este vestido pertenece a la colección primavera-verano de 1967 de la línea prêt-à-porter Rive gauche de Yves Saint Laurent. Se reprodujo en el número del 21 de marzo de 1967 de la revista Elle (Francia) en color amarillo con pañuelo anudado, en una fotografía de André Carrara. En un número posterior de la misma revista, dos modelos lo lucen en color azul marino y blanco respectivamente, complementados en esta ocasión con sombrero y corbata, en una fotografía de Just Jaeckin (imágenes reproducidas en SAVIGNON, J., Saint Laurent Rive Gauche. La révolution de la mode, París: La Martinière, Fondation Pierre Bergé-Yves Saint Laurent , 2011, pp. 82 y 88). Saint Laurent había abierto su primera boutique de Rive Gauche el 26 de septiembre de 1966, en el número 21 de la Rue de Tournon (París, distrito 6º), entre Saint-Germain-des-Prés y el Barrio Latino. Con esta nueva línea, el diseñador se adentra en el mundo del prêt-à-porter y transforma la orientación de la alta moda parisina, legitimando definitivamente la moda seriada en contra de los defensores del sistema tradicional de la costura. Saint Laurent supo percibir el cambio que se estaba produciendo en la forma de consumir moda y comprendió que los tiempos de espera para la confección de un modelo a medida ya no encajaban con los deseos de una clientela que, aun gozando de gran capacidad adquisitiva, prefería comprar de manera directa un modelo tallado a disfrutar del trato personalizado que ofrecía el sistema de la alta costura. 

CONJUNTO CHAQUETA Y PANTALÓN, YVES SAINT LAURENT RIVE GAUCHE

1971
Inventario — MTCE105069- 70

Chaqueta en paño de lana abatanada color mostaza y pantalón en tafetán de algodón marrón, con rayas en diagonal realizadas mediante presión con calor. La chaqueta es corta a la cintura, con cuello camisero muy amplio y los hombros armados. Las mangas son largas y fruncidas en los puños, con abertura reforzada y cierre con botón perforado de pasta color mostaza y ojal de hilo. Cierra la hoja derecha sobre la izquierda, con línea de cuatro botones como los anteriores, y tiene dos amplios bolsillos horizontales de plastrón, con tapa abotonada y una tabla vertical centrando cada bolsillo.

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El bajo está rematado con una cinturilla que sobresale con respecto a las hojas y remata en punta. En la espalda presenta un canesú apuntado en el centro hacia el bajo, coincidiendo aquí con el arranque de una tabla que baja hasta la cinturilla. Ésta se corta en la zona de los costados y sobre ella montan los extremos de la cinturilla del delantero, que rematan también aquí en punta. Las tres piezas que conforman esta cinturilla se unen mediante botones, uno a cada lado de la espalda y dos en el delantero. El interior presenta forro en tafetán de rayón de color tostado.

El pantalón presenta cinturilla estrecha, y las perneras se van ensanchando hacia el bajo. Lleva dos pinzas de ajuste en la espalda que parten de la cinturilla y cierra en el centro del delantero mediante cremallera metálica marrón y botón perforado marrón con ojal. 

En este conjunto destaca la cazadora, que pertenece a la colección otoño-invierno de 1971 de la línea prêt-à-porter Rive Gauche de Yves Saint Laurent. Se reprodujo en la contraportada del número especial del 30 de agosto de 1971 de la revista Elle (Francia), en color rosa fucsia, en una fotografía de Peter Knapp (reproducida en SAVIGNON, J., Saint Laurent rive gauche. La révolution de la mode, París: La Martinière, Fondation Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, 2011, p. 87). Saint Laurent había llevado a la alta costura la influencia de las modas juveniles en su etapa como diseñador de la casa Dior, pero por entonces esa influencia todavía se contemplaba con escepticismo. La joven promesa de la moda francesa tuvo que emanciparse y comenzar su andadura en solitario, con el apoyo de Pierre Bergé, para dar rienda suelta a una creatividad que lo iba a convertir en la figura más respetada de la moda internacional en la segunda mitad del siglo XX. Prendas como esta cazadora, en combinación con un pantalón tratado para asemejarse al denim, recogen la huella de la moda que triunfaba en la calle, que Saint Laurent reinterpreta con acierto, marcando tendencia cada temporada durante las décadas de los 60 y 70.

CONJUNTO, YVES SAINT LAURENT RIVE GAUCHE

1976
Inventario — MTCE105059-61

Conjunto de cuerpo y falda en tafetán de lana fría estampada con flores multicolor sobre fondo azul, y chaleco en punto de mohair, nylon y lana, rojo y con cenefa decorativa en panamá azul recorriendo el contorno del cuello, hojas y bajo. El chaleco tiene cuello a caja y se abre en el delantero, con dos cordones unidos al cuello por su cara interior como único cierre. La blusa tiene también cuello a caja, con cordón interior para frunce, y mangas largas, fruncidas en los hombros y los puños, que presentan abertura con botón perforado de nácar azul y ojal de hilo. 

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La falda es acampanada y está fruncida en todo el contorno de la cintura, creando un amplio vuelo que se remata en el bajo con una cinta de refuerzo en panamá de lana azul. Cierra en el costado izquierdo con cremallera y dos corchetes metálicos con presillas en la cintura. Presenta amplios bolsillos a ambos lados, de ojal y verticales.

Para el otoño-invierno de 1976, Saint Laurent presentó una de sus colecciones más recordadas, inspirada en los Ballets Rusos de Serguei Diaguilev (vestidos a partir de los diseños de Léon Bakst), en la Rusia de los zares y en la grandilocuencia de la ópera. El modelo expuesto deriva de los presentados en la pasarela de alta costura, interpretado para su producción en serie para la línea Rive Gauche del diseñador. El propio Saint Laurent ampliaba el marco referencial de la colección en una declaración para Vogue, publicada en septiembre de ese año: 

“Es una colección de pintor, inspirada en las odaliscas de Delacroix, las mujeres de Ingres, la Mujer de la perla de Van Eyck [se refiere en realidad al conocido cuadro de Vermeer], La Tour, Rembrandt, las bailarinas de Degas, con su corselete negro, pero también en el Visconti de Senso, la Guerra Civil, la Marlene de Sternberg. Es extremadamente egoísta porque he expuesto, mucho más que vestidos, todo lo que me gusta de la pintura. Para el día, todo parte de cortes tradicionales de Rusia, Checoslovaquia, Austria, Marruecos. De ahí viene la ingenuidad del corte, que lo hace juvenil, junto con el color”.

ABRIGO, ELIO BERHANYER VANGUARDIA

CA — 1970
Inventario — MTCE092488

Abrigo en sarga batavia de lana de doble faz, color amarillo pistacho, corto por encima de la rodilla y evasé. Tiene solapas con perfiles curvos, manga larga con puño vuelto y costuras cargadas que resaltan los tres cortes ondulantes que recorren horizontalmente el busto y la cintura en la zona del delantero. Este cierra con dos botones perforados circulares de plástico verde pistacho con el centro de metal y ojales de costura.

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Abrigo en sarga batavia de lana de doble faz, color amarillo pistacho, corto por encima de la rodilla y evasé. Tiene solapas con perfiles curvos, manga larga con puño vuelto y costuras cargadas que resaltan los tres cortes ondulantes que recorren horizontalmente el busto y la cintura en la zona del delantero. Este cierra con dos botones perforados circulares de plástico verde pistacho con el centro de metal y ojales de costura. A la espalda, presenta canesú recto, un tablón que arranca del mismo y corre hasta el bajo donde muestra perfiles curvos, y un falso cinturón que arranca de los costados y se une en el centro con una arandela metálica dorada, a modo de falsa hebilla. 

Este abrigo es un claro ejemplo de la forma en que los diseños de Berhanyer se adaptan a la producción seriada, que el cordobés afrontó hacia 1970 con la creación nuevas líneas, como Vanguardia (sport) y Eliorama (más accesible). Berhanyer merece ocupar un puesto de privilegio entre los pioneros del prêt-à-porter en España, pues, más allá de haber sido uno de los primeros en incorporarse al nuevo sistema de producción, es a buen seguro el que mejor encaja en dicho modelo de entre los que siguieron ese camino procedentes del mundo de la costura a medida. Frente a sus colegas modistas, el cordobés admitía sin rubor que carecía de los conocimientos técnicos necesarios para confeccionar una prenda, lo que no le impidió alzarse entre los nombres más destacados de la Cooperativa Española de Alta Costura. En este sentido, su manera de afrontar la creación fue siempre la de un diseñador en el sentido estricto del término. Admirador de la arquitectura de Le Corbusier y hábil estratega comercial, supo además construir una marca con señas de identidad claras y diferenciadas, si bien es innegable su parentesco formal con la moda que por las mismas fechas estaba planteando André Courrèges. Con todo, supo crear sus propios rasgos distintivos, reconocibles en el modelo expuesto en el uso de la línea curva y en sus característicos botones de plástico de considerable tamaño.

CONJUNTO ELIO BERHANYER

1965
Inventario — MTCE099871-72

Abrigo largo en encaje mecánico de rayón, abierto por delante, con cuello a la caja y cuatro pinzas de entalle distribuidas en el delantero y en la espalda. Está confeccionado mediante puntillas de encaje montadas sobre fondo en tafetán de seda, cosidas a mano y encabalgadas. Tiene manga francesa, corta a medio brazo, y de corte ranglán. Como adorno, presenta tres lazos en terciopelo de seda negro en el delantero, que coinciden con los cierres, consistentes en tres corchetes y presillas de hilo.

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La falda está confeccionada en crep de seda negro, es larga, recta, con corte en el centro del delantero y abertura pronunciada desde el bajo. Se cierra en la parte posterior con una cremallera y un corchete.

Además de practicar su característico estilo arquitectónico, Berhanyer trabajó también líneas inspiradas en la tradición española más folclórica. Al igual que Balenciaga, el cordobés consideraba una doble raigambre española en las formas indumentarias, por un lado estructural, con formas sobrias y muy armadas, y por otro decorativa, basada en el uso de encajes, volantes y otros elementos asociados a una imagen más tópica. El impulso dado al sector turístico y la promoción del patrimonio cultural como atractivo para los visitantes extranjeros, influyó notoriamente en algunas de las propuestas de los modistas de la alta costura, que por un lado acudieron a esos elementos que se asocian de manera inmediata al tópico de lo español, y por otro recibieron ayudas para realizar reportajes fotográficas en enclaves destacados como la Alhambra de Granada. Allí, Henry Clarke fotografió en dos ocasiones varios modelos de las firmas de la Cooperativa para el Harper’s Bazaar americano, entre ellas Elio Berhanyer. Al mismo tiempo, la amistad del diseñador con personalidades como Alfonso Pérez Sánchez, que terminaría ocupando el puesto de director del Museo del Prado en 1983, le ayudó a profundizar en la historia del arte español, fuente de inspiración de algunos de sus diseños, como este abrigo que remite a la obra de Goya.

CONJUNTO ELIO BERHANYER

1970
Inventario — MTCE089356-57

Traje compuesto por vestido y chaqueta corta, en tafetán de lino de dos colores, azul y amarillo. El vestido es corto por encima de la rodilla, con cuello alto, sin mangas, y con corte a la cintura subrayado por el contraste de colores. Es ajustado en el busto, que presenta tres franjas horizontales en colores alternos, y ligeramente evasé desde la cintura, con dos bolsillos verticales de ojal que quedan ocultos por una pieza de tejido a modo de delantal.

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La falda es azul, y el reverso del delantal, amarillo. Cierra en el centro de la espalda con cremallera y tiene forro en tafetán de seda cruda.

La chaqueta es tipo torera, con cuello camisero redondeado y cruzada, con cierre de dos filas de dos botones de pasta perforados cada una, muy grandes, circulares, y ojales de tela, además de un automático y un corchete junto al escote. Es de manga larga, con el puño en amarillo, y pespuntes decorativos en el mismo color. Tiene forro, en el cuerpo de lino y en las mangas de seda.

El uso de los contrastes bicolor es una de las señas de identidad de Elio Berhanyer, que trabajó frecuentemente la contraposición de blancos y negros, pero también, de acuerdo con los gustos propios de los años 60, con otros colores más vivos. Es el caso de este modelo, que responde a una combinación muy habitual en el repertorio de Berhanyer, formada por vestidos sin mangas muy cortos y chaquetas toreras estructuradas de línea geométrica. El cordobés fue probablemente el primero entre los modistas de la alta costura española en adoptar la minifalda entre sus propuestas, de acuerdo con el estilo juvenil que hizo furor en la época. Siempre atento a los deseos de su público potencial, es conocido el hecho de que a sus desfiles procuraba invitar no solo a las mujeres de la alta sociedad, sino también a hombres que, según él mismo manifestaba, podían comprar el doble de piezas que ellas: las que regalaban a sus esposas y las que destinaban a sus amantes. 

VESTIDO ELIO BERHANYER

1973
Inventario — MTCE111500

Vestido largo en punto de seda estampado con diferentes motivos geométricos de rayas y lunares de colores, distribuidos en anchas calles horizontales. Es evasé, con escote halter redondeado, que deja descubierta la espalda, y cuello de pie. El busto, ceñido, está fruncido y tiene sisas remetidas. En esa zona y hasta encima de la rodilla, la decoración se distribuye en franjas horizontales de anchura variable, con lunares de un color en cada una, que aumentan de tamaño hacia el bajo, y fondo marrón. 

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Desde media pierna hasta el bajo, las franjas horizontales se rompen con curvas y la mayoría muestran un solo color plano (azul, naranja, rojo, amarillo, beige y verde), con unos pocos motivos circulares contrastados que siguen aumentando en tamaño hacia el bajo. Además de estos motivos, también aparece la firma de Elio Berhanyer. Cierra a la espalda con dos corchetes en el cuello y cremallera que baja hasta la cadera.

A pesar de la amenaza que se cernía sobre las casas de alta costura españolas, y que llevaría al propio Elio Berhanyer a la quiebra en 1975, tanto él como Manuel Pertegaz alumbran impactantes colecciones en el arranque de la década, sintonizando ahora con la moda más juvenil y colorida. Ambos creadores trabajaban ya con líneas de prêt-à-porter, con las que buscaban ampliar su mercado, y trataron de rejuvenecer en consecuencia su imagen de marca. Este modelo de Berhanyer es un buen ejemplo de esa tendencia, que en el caso del cordobés muestra el desarrollo de algunas de sus premisas formales y la superación de otras. Las combinaciones bicolor quedan desplazadas por una explosión cromática que tuvo su campo de exploración en los talleres textiles de Como. Allí, como representante de Berhanyer antes de convertirse en uno de los figurinistas españoles más reconocidos, Pedro Moreno llevó a cabo las pruebas de color para estampaciones como la de este vestido, en la que los juegos de rectas y curvas característicos de sus patrones, se llevan al paroxismo en la creativa composición de los motivos estampados. La pieza es un modelo de costura, confeccionado a medida para una cliente, pero su diseño se presta a pensar en su reproducción seriada.

BOLSO ELIO BERHANYER

1969
Inventario — MTCE092313

Bolso trapezoidal de piel blanca, con tapa amplia y de perfil curvado sobre la que se aplica el anagrama E.B. en metal dorado. Tiene asa rígida semicircular, metálica dorada en su arranque y con la parte superior de piel blanca engastada en la parte metálica. La boca se perfila con herrajes dorados que rematan en sendas esferas, también de metal dorado. 

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La falda está confeccionada en crep de seda negro, es larga, recta, con corte en el centro del delantero y abertura pronunciada desde el bajo. Se cierra en la parte posterior con una cremallera y un corchete.

Además de practicar su característico estilo arquitectónico, Berhanyer trabajó también líneas inspiradas en la tradición española más folclórica. Al igual que Balenciaga, el cordobés consideraba una doble raigambre española en las formas indumentarias, por un lado estructural, con formas sobrias y muy armadas, y por otro decorativa, basada en el uso de encajes, volantes y otros elementos asociados a una imagen más tópica. El impulso dado al sector turístico y la promoción del patrimonio cultural como atractivo para los visitantes extranjeros, influyó notoriamente en algunas de las propuestas de los modistas de la alta costura, que por un lado acudieron a esos elementos que se asocian de manera inmediata al tópico de lo español, y por otro recibieron ayudas para realizar reportajes fotográficas en enclaves destacados como la Alhambra de Granada. Allí, Henry Clarke fotografió en dos ocasiones varios modelos de las firmas de la Cooperativa para el Harper’s Bazaar americano, entre ellas Elio Berhanyer. Al mismo tiempo, la amistad del diseñador con personalidades como Alfonso Pérez Sánchez, que terminaría ocupando el puesto de director del Museo del Prado en 1983, le ayudó a profundizar en la historia del arte español, fuente de inspiración de algunos de sus diseños, como este abrigo que remite a la obra de Goya.

DE DISEÑO

1972 – 1982

Las primeras pasarelas, revistas y boutiques de prêt-à-porter español empiezan a dar difusión a la generación que cambia el rumbo de la moda española. Francis Montesinos en Valencia, Antonio Miró o Roser Marcé en Barcelona, Juanjo Rocafort y, algo más tarde, Jesús del Pozo en Madrid empiezan desde pequeños talleres para alcanzar la proyección internacional. Desde Galicia, diseñadores como Adolfo Domínguez y Roberto Verino apuestan por construir su propia industria. El equilibrio entre creación y empresa, piedra de toque para mantener viva una marca en un mercado complejo, es alcanzado solo por unos pocos elegidos.

ABRIGO — VESTIDO, SYBILLA

1969
Inventario — MTCE117433

Vestido largo al tobillo en sarga de lana fría con aplicación de abalorios de madera y resina de colores y formas. Tiene cuello camisero amplio con picos acentuados, manga de hombro caído, larga por encima de la muñeca, y cierre en el frente con automáticos de metal de color negro. Está forrado con el mismo tejido.

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Esta pieza fue confeccionada expresamente por Sybilla para la modelo y artista Cristina Barrera, con ocasión de un evento celebrado en Londres al que asistieron juntas. La anécdota es ejemplar del modo en que la diseñadora se enfrentó a la creación de moda en sus inicios, más con la aspiración de crear piezas a medida para personas de su entorno que con la intención de crear una marca de prêt-à-porter internacional, como finalmente ha sido el caso. Su primer desfile se celebró en 1983 y despertó el interés inmediato de crítica y público. Sus originales diseños convertibles, con formas envolventes y confortables, su paleta cromática matizada y el carácter vanguardista que impregnaba toda la colección, mostraban un lenguaje nuevo que la convirtió en un referente del nuevo diseño español. El diseño expuesto muestra, por una parte, la austeridad formal que la emparenta tanto con el último Balenciaga como con sus contemporáneos japoneses, a los que también la une el uso de materiales humildes como los de los abalorios de colores, y, por otra, el toque humorístico del que hace gala en muchas ocasiones, que se puede relacionar con las propuestas de un icono de la moda del siglo XX como es Elsa Schiaparelli.

TELEVISOR, JVC, MODELO VIOSPHERE 324OUK

1970

Inventario – MTCE032667

Este peculiar televisor de estructura esférica, revestido de plástico con cubierta acrílica ahumada, base cuadrada y cadena plateada a modo de asa, se popularizó con el nombre de “casco de astronauta”, participando con su diseño en la corriente futurista conocida como “era espacial”. Fue fabricado por JVC, la primera empresa japonesa que fabricó un televisor en su país y fue uno de los primeros en comercializarse como segundo aparato de televisión del hogar, destinado principalmente, tal y como muestra la publicidad de la época, al dormitorio de los más jóvenes. Su pantalla esférica permitía el giro completo de la misma, pudiendo ser inclinado y ser visto desde cualquier ángulo. Un diseño tan atractivo como este hizo que se comercializara también en distintos colores.

LA HORA DEL

TELEVISOR

En esta vitrina se expone una selección de nueve televisores fechados entre 1950 a 1980, la mayoría fabricados en el extranjero, intercalados con otros tres puestos en funcionamiento que pertenecen a la colección privada de Javier Ripoll.

Los primeros televisores fabricados en serie para uso doméstico aparecen a finales de los años 30 en Gran Bretaña y Estados Unidos, sin embargo en España habrá que esperar dos décadas más para que empresas españolas, como la barcelonesa  INTER, comiencen a producirlos. Es por ello que en ese período estos aparatos, de elevado precio y no accesibles a todo el mundo, fueron importados de otros países.

Con la inauguración de los estudios de TVE en Prado del Rey en 1964 y la llegada de la televisión en color, a finales de los 60, se dispara la compra de estos aparatos, convirtiéndose en la principal forma de ocio de los hogares españoles. Los televisores, como objetos codiciados,  cobrarán un notable protagonismo en la sociedad de consumo, al mismo tiempo que de la mano de la publicidad contribuirán a su crecimiento. Con los sucesivos avances tecnológicos irán reduciendo su tamaño, se volverán más ligeros con la introducción de nuevos materiales como el plástico, y se crearán a su vez diseños cada vez más atractivos en un mercado cada vez más competitivo.

TELEVISOR,TÈLE PORTABLE

1960 –1969

Inventario – MTCE032652

Modelo francés portátil, de forma rectangular, con mandos dispuestos en la parte frontal junto a su reducida pantalla. La parte exterior está realizada en piel, material que encarecería aún más su precio. Con los avances en la tecnología se consiguió reducir el tamaño de las pantallas, y con ello su dimensión total, apareciendo en la década de los 60 los primeros televisores portátiles.

TELEVISOR, INTER ELECTRONIC SELECT, MODELO TV 378,

1971

Inventario – MTCE032665

Este televisor de perfil triangular y exterior de plástico amarillo, comercializado en varios colores, posee una pantalla que ocupa todo el frontal y sus mandos se disponen en los laterales. Se publicitó como la nueva era del televisor portátil y se comercializó un modelo con bolsa para su transporte.  Es un producto español fabricado por la barcelonesa INTER, Internacional Radio Televisión S.A., empresa fundada en 1948, que desde el principio incorporó la palabra “televisión” a su nombre y amplió los receptores de radio a estos aparatos, captando los primeros momentos de Televisión Española.

TELEVISOR, BUSH RADIO, MODELO BUSH TV22

1950

Inventario – MTCE032647

Este modelo de forma cuadrada con bordes redondeados y características rejillas en su parte delantera, fue un objeto muy codiciado tanto en la década en la que se lanzó como en la actualidad por parte de los coleccionistas. De mayores dimensiones acordes con los modelos de la época, se caracteriza por el empleo de baquelita en su exterior simulando madera, que era el material predilecto para los televisores de esta década concebidos como  auténticos muebles. La baquelita, como primer plástico sintético, era un material duro pero fácilmente moldeable que podía utilizarse en los procesos de fabricación en serie, abaratando así los costes y ofreciendo así unos precios más asequibles que aquellos realizados en madera. Es por ello que el empleo de este material se extendió rápidamente a todos los ámbitos, sobre todo en la mayor parte del equipamiento doméstico.

TELEVISOR, BRIONVEGA, MODELO ALGOL 11

1964

Inventario – MTCE032661

Este televisor rectangular curvado, de asa abatible y color naranja,  fue diseñado por Marco Zanuso y Richard Sapper para la marca italiana Brionvega. Esto demuestra el interés de los diseñadores de este momento por las nuevas tecnologías, colaborando Zanuso y Sapper en la creación de otros modelos, como la Radio Cubo Brionvega TS-502 que también se encuentra en  la exposición. Este televisor se concibió como una herramienta industrial, casi como una máquina, caracterizado fundamentalmente por una una pantalla inclinada y redondeada que Zanuso comparó con un perrito fiel mirando a su amo. Icono del diseño italiano de la década de los 60, se encuentra en las colecciones de museos de todo el mundo, como por ejemplo  en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.

TELEVISOR, SONY, LÍNEA SOLID STATE

1970 – 1979

Inventario – MTCE032672

La empresa multinacional japonesa Sony, fue la primera en comercializar el primer televisor de transistores y portátil, el TV8-301 y desde entonces no ha dejado de fabricar estos aparatos, convirtiéndose hoy en día en una de las primeras empresas dedicadas a este sector. El modelo que presentamos, con forma cuadrada, en negro y líneas más sobrias, es otro televisor portátil lanzado por Sony en su línea Solid State. El Museo cuenta en sus colecciones con otro ejemplar muy parecido a este, de tamaño más reducido, que cuenta con una tapa frontal de protección y que incluso conserva su propio manual de instrucciones.

TELEVISOR, INDESIT, MODELO T12 S18

1970 – 1980

Inventario – MTCE063976

Este modelo realizado en plástico de color naranja y de esquinas redondeadas, asa y mandos en la parte superior, fue creado por la empresa italiana INDESIT en la década de los 70 y supone un ejemplo del cambio de diseño de estos aparatos gracias a la incorporación del plástico. Este material ofrecía resistencia y durabilidad, y el uso de colores primarios y llamativos se convirtió también en seña de identidad de la cultura pop de esta época. El Museo dispone de un modelo similar en blanco en su colección.

TELEVISOR, RCA (RADIO CORPORATION OF AMERICA)-VÍCTOR, MODELO 8-PT-7030

1956

Inventario – MTCE032648

De chispa con un cañón y pomo de hierro de en torno a 1824. Tiene pedernal de hierro con base y mango de madera y decoración romboidal en la base, junto con adornos florales grabados.

Las pistolas se convierten en objetos que completan la presentación de los caballeros, en particular durante el periodo romántico en el que los duelos de honor viven su momento álgido. Además de su valor de uso, estas piezas, junto con chalecos, sombreros o pañuelos, tienen la función de complementar la sobria indumentaria de hombre de la época. En este sentido, los elementos  tecnológicos  adquieren un peso fundamental en la representación masculina, que compensa la contención del traje burgués con objetos innovadores que se asocian al progreso y se convierten en marcadores de prestigio  a través de los cuales los hombres se permiten una cierta exhibición.

TELEVISOR, PRECISIA, MODELO SPOETNIK

1960 – 1969

Inventario – MTCE032656

Este modelo rectangular con exterior en piel de color rojo, con base elíptica, asa abatible y dos antenas sobre pivote giratorio, fue fabricado en la década de los 60 por la empresa belga Precisia, con sede en Amberes. Esta empresa, como la mayoría de las que comenzaron a fabricar televisores, incialmente se dedicaban a otros campos. Precisia se creó para construir radios, pero con los avances en la investigación en el campo de la televisión, prontó adaptó sus instalaciones a la producción de pequeñas series de estos aparatos, en un momento en que aún existían pocos modelos en el mercado y por lo tanto en los hogares.

CARTEL, HISTORIAS DE LA TELEVISIÓN

1965

Inventario – MTCE032811

Cartel de la película “Historias de la televisión”  dirigida en 1965 por José Luis Saenz de Heredia y protagonizada por Concha Velasco y Tony Leblanc. El cartel combina las técnicas de la ilustración y la fotografía, empleando un lenguaje humorístico muy acorde con la película, un recurso muy utilizado en el cartel publicitario en estos años. De colores vivos,  aparecen dibujados dos televisores del momento que encierran fotogramas de la película con los protagonistas, por un lado Concha Velasco en el momento en que interpreta la canción “La chica yé-yé” , que se convierte en un auténtico icono pop, y por otro, Tony Leblanc. Sobre los televisores se encuentran caricaturizados el resto del reparto, pudiéndose reconocer a  José Luis López Vázquez, Antonio Garisa, José Alfayate, Alfredo Landa, Antonio Ozores, Gracita Morales o Luis Aguilé. La historia desarrollada en la película sirve de retrato de una sociedad española que en esos momentos esta viviendo el creciente fenómeno de la televisión.

LA MODA DE

ESPAÑA

1982 – 1992

El plan de reconversión del textil de 1981 urge a los poderes públicos a promocionar el valor intangible de los productos de diseño y moda. En 1985, esa iniciativa se hace realidad y durante cuatro años la Moda de España recibe un importante apoyo estatal, sobre todo a través de campañas de promoción que potencian a las firmas tanto en el mercado nacional como en el extranjero. Manuel Piña, fallecido prematuramente en 1994, es una de las caras más visibles de la generación que aprovecha el auge del diseño de moda de autor.

UNIFORME DE REPARTIDOR MOTORIZADO DE CORREOS

Manuel Piña, 1992

Inventario — CE112654-112656

Chaqueta corta a cintura en tafetán de algodón y poliéster azul marino. Tiene cuello camisero, manga larga tipo ranglan, elástico ajustado en el bajo, y está armada con hombreras. Sobre la pechera, en el lado izquierdo, luce un emblema bordado en hilo blanco y amarillo. A la espalda, presenta una tabla central longitudinal. Cierra con una hilera de cinco botones metálicos de pie, con emblema en dorado sobre fondo azul, y tiene dos bolsillos oblicuos de ojal en los costados, a la altura de las caderas. Los puños cierran con un botón a juego con los anteriores. Se combina con pantalón de pinzas en tafetán de lana y poliéster y camisa de manga corta blanca con rayas grises, en tafetán de poliéster.

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En 1991, Manuel Piña fue declarado vencedor del concurso que tenía por objeto la renovación del uniforme de los empleados de Correos. El año anterior, Piña había presentado la que sería su última colección de pasarela, y anunciaba ya su interés por concentrarse en un diseño con utilidad social. Con esa mentalidad, el diseñador pone fin a su carrera señalando un hito histórico en la uniformidad de los empleados de Correos: a su propuesta se debe no solo la modernización de una estética que seguía anclada a modelos convencionales masculinos, sino un importante paso adelante en la adopción de una indumentaria funcional. En ese sentido, este será el primer uniforme de Correos sin la clásica gorra de plato, accesorio tan reconocible como poco confortable, así como se elimina la pesada cartera de cuero que es sustituida por un carro de dos ruedas como los usados para la compra. Aunque criticado en un principio por, supuestamente, vulnerar la masculinidad de los carteros, este cambio ha facilitado su trabajo desde entonces. Así mismo, la chaqueta de corte urbano, ajustada a las tendencias definidas por la moda joven, supone un importante cambio de imagen, que sigue a la actualización del emblema de Correos que había realizado en los años 70 el ilustrador y diseñador gráfico José María Cruz Novillo.

VESTIDO, MANUEL PIÑA

Hacia 1989

Inventario — CE092200 (chaqueta), CE108435 (vestido)

Chaqueta tipo torera, en dos tipos de lana color tabaco, una sin pelo y otra de mohair, con delanteros redondeados y mangas de murciélago. Tiene elástico doble que recorre los perfiles de hojas, bajo y puños. El diseño se construye a base de calles horizontales alternando los dos tipos de lana, con las bandas de mohair más anchas y creando volumen. 

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En su breve carrera como diseñador de prêt-à-porter, que corre entre 1979 y 1991, Piña tuvo tiempo de regresar sobre sus propias colecciones para recuperar algunas de las formas que le llevaron a la fama. Uno de los «clásicos» del manchego es el trabajo con lanas de mohair de pelo largo, que se teñían de manera artesanal con sus colores predilectos, entre los que están los tonos pardos de esta chaqueta. Los patrones de estas prendas de mohair suelen ser de cortes amplios, muy a menudo con mangas de murciélago y pensadas para ser vestidas con cierta informalidad. En este ejemplo, un bolero  de finales de los ochenta, el diseñador juega con dos texturas de lana, lo que le permite crear una prenda llena de movimiento, versátil y confortable.

***

Vestido en punto mecánico liso de perlé negro. Es entallado, largo al tobillo, y sin manga, con profundo escote de pico en el delantero y también a la espalda. Todos los perfiles están reforzados con dobladillo del mismo tejido a contrahilo. Tiene cierre cruzado, montando la hoja derecha sobre la izquierda, con dos filas de dos botones forrados del mismo tejido, circulares y con pie, y automáticos ocultos.

Este vestido de fiesta muestra como Manuel Piña supo explotar las cualidades del punto en diseños sencillos y sofisticados que buscan potenciar la sensualidad del cuerpo femenino. A partir de sus trabajos con puntos de seda, en los que trabaja sobre todo la caída del tejido, investiga también las fibras sintéticas, cuya mejora permite lograr calidades similares a las de la seda. Es el caso de este vestido, confeccionado con un tejido con mucho cuerpo que se ajusta a la silueta y transmite con su línea sencilla la sensualidad que define la estética del diseñador en la segunda parte de la década de los 80.

CHAQUETÓN Y VESTIDO, MANUEL PIÑA

Hacia 1985

Inventario — CE118061 (chaquetón), CE108434 (vestido)

Chaquetón en punto de lana de mohair morado, de silueta triangular. Tiene manga larga, ancha, con puño vuelto y con corte murciélago, y cuello de chal amplio. Cierra con un automático metálico con bisagra en el centro del delantero. 

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Vestido en punto mecánico de lana negra, largo a la rodilla. El tejido forma calles estrechas en relieve, horizontales en el centro y diagonales en los costados, con la tela al bies. Es entallado, con escote redondo en delantero y espalda, más pronunciado el primero, y sin mangas.

El trabajo de Manuel Piña fue especialmente apreciado por crítica y clientes en todo lo que se refiere al trabajo del punto. Piña había sido industrial de la confección especializado en este tipo de tejido, y gracias a su intuición comercial logró sus primeros éxitos de ventas copiando las últimas tendencias internacionales. Llegada su época como diseñador de prêt-à-porter, el punto siguió siendo su mejor especialidad, destacando sus abrigos de mohair y, sobre  todo, sus vestidos «stretch», una moda que internacionalmente fue impulsada por Azzedine Alaïa y que en España tuvo en Piña a su mejor representante. Si en un principio los diseños del manchego optaban por estructuras amplias que dieron en aquello que denominó «mujer-bloque», con grandes hombreras y amplias caídas de tela, mediada la década de los 80 el modelo de feminidad sufre un cambio notable y Piña responde acentuando la sensualidad de sus diseños. Los vestidos, a menudo en riguroso negro o en blanco, sus dos colores predilectos, se ajustan a la forma del cuerpo y buscan estilizar la silueta, en este caso con la disposición del tejido al bies en los costados.

TRAJE DE CHAQUETA Y VESTIDO, MANUEL PIÑA

1986
Inventario — CE118025-CE118026

Vestido corto y chaqueta tipo torera en denim de algodón gris. El vestido es sin mangas y con escote en «V», entallado mediante pinzas en delantero y espalda y con cierre de cremallera a la espalda. La chaqueta tiene cuello a caja y abertura de perfiles curvos hacia el interior, con los ángulos en el bajo apuntados.

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Los hombros son rectos, armados con hombreras, y se estrecha hacia el bajo mediante patrón de cortes curvos que se remarca con costuras dobladas. Está decorada con bordados en forma de lunas y topos de hilo dorado, aislados o formando grupos.

La moda de Manuel Piña bebió en la justa medida de las tendencias urbanas, manteniendo un punto clásico que solo rompía con concesiones a un expresionismo de corte artístico. Este modelo, vinculado formalmente a tipologías como las que hemos podido ver en la vitrina dedicada a Elio Berhanyer y sus trajes de finales de los 60, ejemplifica esa aproximación contenida a modelos juveniles. Fue uno de sus grandes éxitos de ventas, si bien el denim no fue un tejido que trabajara a menudo. Aquí acierta a restarle carácter informal gracias a la decoración en motivos dorados resaltados sobre el fondo oscuro, y también con la austeridad formal de la torera. En ella, se reconoce el patronaje con piezas curvas, que ya se vio en el conjunto marfil de lino, contrastadas con líneas muy rectas para los hombres, que dan forma a una silueta con carácter. 

FALDA, JUAN GOMILA Y MANUEL PIÑA

1984

Inventario — CE112726

Falda larga tipo sirena, ajustada hasta media pierna y con vuelo desde las rodillas que se abre en quillas que conforman un bajo de cuatro picos. Está realizada tafetán de algodón color crudo (retor), sobre el que se ha realizado la decoración, pintada a mano en acrílico, formando grandes planos de color sobre los que corren trazos contrastados de formas irregulares.

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En 1984, convertido ya en una de las referencias más destacadas de la nueva hornada de diseñadores de moda, Manuel Piña llevaba su aproximación a la moda más creativa un paso más allá al desarrollar un proyecto en colaboración con el pintor Juan Gomila y el fotógrafo Javier Vallhonrat. Gomila, pintor colorista interesado por el papel del cuerpo humano en un entorno saturado de signos, se perfilaba como uno de los artistas de referencia del momento, mientras Vallhonrat gozaba ya de reputación como uno de los fotógrafos más prometedores del país, entonces todavía muy centrado en el ámbito de la moda. La unión de los tres talentos resultó en una exposición inaugurada un 15 de mayo en la galería Local, en Madrid. Allí, se pudieron ver varios diseños de Piña de carácter escultórico, con grandes volúmenes realizados en retor de algodón con refuerzos de estructuras metálicas, sobre los que Juan Gomila trabajó con largas pinceladas en colores vivos y negro, llevando a las prendas su estética. Por su parte, Vallhonrat fotografió los diseños prescindiendo del color, pero centrando la atención sobre el movimiento de las piezas, en este caso vestidas por la modelo Damaris Montiel. La colaboración fue una de las muchas iniciativas que en aquellos años trataron de reunir los distintos lenguajes artísticos, con el diseño de moda ocupando un nuevo y relevante papel.

Algunos de los diseños originales se encuentran en el Museo Manuel Piña de Manzanares. La presente pieza es un prototipo no concluido que fue conservado por Gomila, pero no llegó a formar parte de la muestra. No obstante, la técnica empleada y el efecto que consigue, centrado en el desarrollo volumétrico y la búsqueda de movimiento, ejemplifican el método de los autores y dan muestra del ímpetu experimental que movió a muchos creadores en los primeros 80s.

TRAJE PANTALÓN, MANUEL PIÑA

1982

Inventario — CE118038, CE118039

Top en arpillera de lino en color crudo, con cuello halter de tirante ancho. El escote es pronunciado, con forma de doble curva adaptada al pecho, recto en la espalda. Tiene costuras cargadas en el delantero formando sendas curvas que corren en paralelo a la abertura central y curvan hacia el costado siguiendo la línea del escote y hasta la espalda, donde vuelven a descender hasta el bajo. Cierra en el centro del delantero con cremallera y automático.

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El pantalón a juego, del mismo tejido, sin cinturilla, tiene pliegue marcado a lo largo y se va estrechando hacia el tobillo. Tienes sendas piezas curvas en los costados con costuras cargadas señalando las caderas. Cierra con una cremallera delantera y corchete.

1982 fue un año crucial en la trayectoria de Manuel Piña, que en octubre, en la víspera de las elecciones nacionales que vencería Felipe González, presentó una colección que sentó las bases de su estilo. El manchego alquiló la carpa del Circo de los Muchachos que estaba emplazada junto a la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, y promocionó el pase con medios mínimos. El boca a boca ayudó a que cientos de personas se congregaran para presenciar un desfile con propuestas muy diversas, con mucho trabajo artesanal y grandes dosis de imaginación. Las fibras naturales, como el lino de este conjunto, lanas de mohair y sedas, convivían con napas y piezas viniladas con las que el diseñador exploraba el aspecto más artístico de la moda. Desde aquel momento, y tras haber triunfado con sus pases en la Moda del Mediterráneo, Piña sería la cabeza más visible de la hornada de nuevos diseñadores. Dotado con una gran visión comercial aprendida en los años dedicados a la venta y a la fabricación industrial de moda, supo definir un estilo, reconocible en el conjunto expuesto, que gozó de gran aceptación entre el público femenino.

UNIFORME DE REPARTIDOR DE CORREOS

Hacia 1980

Inventario — CE101612, CE101616

Chaqueta tipo americana en sarga de lana color azul marino, larga, con escote alto en pico y falsa solapa, tres bolsillos de plastrón y cierre con tres botones circulares planos con emblema, otro igual en cada bocamanga. Sobre el bolsillo de pecho de la hoja izquierda, presenta un parche oval aplicado con emblema en amarillo y rojo. Bajo la copa de la manga izquierda inscripción “REPARTO”, en color amarillo. Camisa de manga corta en algodón y poliéster azul plomo.

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Tiene corte recto, canesú en la espalda y pliegue central, dos bolsillos de plastrón y trabilla en los hombros  con botón de metal dorado con emblema. Sobre el bolsillo de la hoja izquierda, aplicación de forma elíptica de fieltro amarillo brillante con emblema en rojo de plástico fundido. Pantalón de pinzas en sarga de lana gris de corte recto y con raya marcada, dos bolsillos de ojal en los costados, otro cerillero y otro a la espalda. Cierre con botón de pasta y cremallera.

Este fue el uniforme de cartero de Correos vigente durante la década de 1980. En él se puede ver el nuevo diseño del emblema de la entidad realizado por José María Cruz Novillo en los años 70. La simplificación de la corneta coronada de dicho emblema no tiene todavía respuesta en el diseño de un uniforme más confortable, de manera que durante estos años la clásica americana, la gorra de plato y la pesada cartera de cuero, siguen siendo los elementos más reconocibles del atuendo del cartero.

BLUSA Y FOULARD 1982; FALDA PANTALÓN 1985

Manuel Piña
Inventario — CE118059-CE118060 (blusa y foulard), CE118054 (falda pantalón)

Blusa en shantung de seda rosa palo, con tejido plisado en zigzag, a excepción de la cinturilla ancha que rodea el bajo. Tiene cuello a caja, manga murciélago y detalles lineales entrehilados en el  shantung. Hace juego con el foulard o fajín del mismo tejido, sin plisar. 

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Falda pantalón en shantung de seda gris perla, jaspeado y brillante. Tiene pinzas y bolsillos delanteros oblicuos. A la altura de la pinza, la tela se pliega sobre si misma creando una doble capa que le da el vuelo al pantalón, simulando una quilla frontal, con el mismo efecto en parte trasera.

Para realizar algunos de los modelos de su desfile de octubre de 1982, Piña utilizó tejidos plisados con una máquina de plisado en zig-zag que había caído en sus manos de forma inopinada. Con este plisado, el diseñador lograba un efecto similar al que Issey Miyake, uno de sus principales referentes, explotaría con su línea Pleats Please.  La forma del plisado permite dar un volumen a la prenda que contrasta con el cuerpo liviano del tejido, formando así una estructura que es solo aparente y no incomoda a quien viste la pieza. El volumen es además versátil y se puede adecuar al gusto del usuario. El diseñador manchego había asistido a un desfile del japonés en Milán unos años antes, y en esa presentación había descubierto las posibilidades del prêt-à-porter de autor. Desde entonces, su carrera se concentró en el objetivo de diseñar para provocar emociones, una idea que convirtió en su mensaje de cabecera y que esgrimió en su intento por liderar la nueva moda española.

CARTEL, BARCELONA´92

Javier Mariscal

1988

Inventario — CE106112

Cartel de formato vertical. Sobre fondo blanco aparece, sobre parte del globo terráqueo, un mapa de la Península Ibérica, las Islas Canarias y las Baleares. El mapa está formado por colores, cada Comunidad Autónoma tiene uno, y aparecen los principales accidentes geográficos (ríos, montañas) y carreteras de la Península dibujados con trazos negros. A la izquierda aparece un avión sobrevolando el mapa, y barcos sobre el mar, sobre cuya superficie se han dibujado líneas azules y barcos, a la manera de rutas marítimas. En la parte superior izquierda aparece una figura antropomórfica, con hocico y orejas de perro, cara sonriente, y tres líneas que salen de su cabeza, simbolizando su pelo; tiene el brazo izquierdo y las dos piernas abiertas, en actitud de salto.

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Lleva pantalones rojos, zapatillas blancas y una camiseta blanca con el logo de Barcelona 92 y los anillos olímpicos. En la parte inferior y superior se encuentran las inscripciones en caracteres de color negro. Precede a la  inscripción de arriba un logo formado por un círculo azul sobre dos trazos de colores; el de arriba, amarillo y en forma de creciente y el de abajo rojo y apuntado en uno de sus  extremos; debajo hay cinco aros enlazados. En el borde lateral izquierdo aparecen los datos relativos al copyright y la impresión.

Aunque a partir de los años 60 el cartel va perdiendo protagonismo como medio de publicidad y difusión en favor de la televisión, el afiche cultural y de anuncio de eventos experimentará un gran auge a partir del periodo democrático. El encargo, por parte de las instituciones, del diseño de carteles a destacados artistas contribuirá en gran manera a ello y renovará el lenguaje artístico del cartel.

Para el diseño de los carteles promocionales de los Juegos Olímpicos que se celebraron en Barcelona en el año 1992, se convocó a numerosos artistas; el cartel oficial fue realizado por Enric Satué. 

Este cartel publicita estos estos juegos y en concreto, el «proyecto olímpico», que la ciudad de Barcelona compartió con otras sedes en España. Fue realizado en 1988, cuando comenzaba la preparación y construcción de las infraestructuras necesarias para la celebración de los juegos y su diseño es obra del artista gráfico Javier Mariscal. Aparece la mascota de los juegos diseñada por él, Cobi, inspirada en un perro pastor catalán y presentada oficialmente en 1987; su nombre procede del Comité Organizador de las Olimpiadas de Barcelona (COOB); fue objeto de polémica por lo vanguardista de su diseño, aunque alcanzó una gran popularidad. También aparece el símbolo de Barcelona 1992, diseñado por Josep María Trias, que representa, de manera sintética, un atleta en actitud de salto.

El copyright tiene la inscripción COOB´92, que son las iniciales del Comité Olímpico Organizador Barcelona´92.

Con motivo de las olimpiadas, además de carteles, se diseñaron diferentes objetos, como la antorcha olímpica, las medallas, sellos, productos de merchandising… se lanzaron eslóganes e incluso se estableció una canción oficial. La campaña de promoción de este evento, en la que jugó un papel fundamental el diseño, contribuyó decisivamente a proyectar una imagen moderna y cosmopolita de Barcelona y de España.

CARTEL, LA LEY DEL DESEO

Carlos Sánchez Pérez (Ceesepe)

1986

Inventario — CE110873

Cartel de formato vertical en el que aparece, en su parte central, una cama con una figura masculina tumbada y vestida con calzoncillos. A los pies de la cama hay otras dos figuras sentadas: un hombre con  un cigarrillo en la boca y con unos folios blancos en las manos y otros que caen, y una mujer que habla por teléfono. A la derecha de la cabecera de la cama está una figura, de menor tamaño, de mujer vestida de época frente a un espejo; a la izquierda de la cabecera hay un hombre sentado en el colchón escribiendo a máquina. Sobre la cabecera de la cama se encuentra una gran inscripción enmarcada.

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Sobre  la cadera derecha del personaje masculino sentado en la cama aparece la firma del ilustardor y una fecha y en el borde inferior derecho del cartel, en vertical y sentido descendente, hay inscripciones relativas a la impresión y el Depósito Legal.

El cine, desde sus inicios a finales del siglo XIX, se ha servido del cartel- que también se desarrolla a partir de estos años- para su difusión. Sin embargo, el estilo empleado en el mismo ha evolucionado a lo largo de su historia. En los años ochenta asistimos a una renovación del lenguaje en el cartel de cine: junto al modelo dictado desde mediados del siglo XX por las grandes productoras norteamericanas, que exaltaban la imagen de los protagonistas de la película, aparece un innovador cartel en el que participan los artistas más vanguardistas del momento anunciando un cine de autor.

El cartel publicita la película La ley del deseo, escrita y dirigida por Pedro Almodóvar y protagonizada por Eusebio Poncela, Carmen Maura y Antonio Banderas, y ganadora del premio a la mejor película del año en el Festival Internacional de Berlín. El diseño se debe al pintor e ilustrador Cesepe, considerado, como Pedro Almodóvar uno de los principales representantes  de la “Movida Madrileña”. El estilo de este cartel remite al mundo del cómic, ámbito en el que este artista empezó su carrera. Sus  pinturas e ilustraciones para revistas, portadas de disco y carteles de películas, constituyen todo un retrato gráfico del Madrid de los años 80.

TELEVISOR, PHILIPS

1980 — 1990

Inventario — MTCE108721

Televisor de sobremesa y a color de la marca Philips, modelo LDH 2301. Consta de una carcasa de plástico que imita a la madera, con una pantalla en la parte delantera y a su derecha posee una zona destinada a los controles y el altavoz. En esta zona hay ocho botones de presión para seleccionar los canales presintonizados y cuatro botones  deslizantes para controlar el volumen, el brillo, el contraste y el color, además de otros dos botones, uno para conectar o desconectar el volumen y otro para el encendido o apagado general del aparato.

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 La rejilla de ventilación y las tomas de alimentación, tanto de corriente como de antena, se encuentran en la parte trasera.

Este modelo se convirtió en uno de los aparatos más presente en los hogares españoles durante los años 80, tras la llegada del color a la televisión. Solían ser modelos muy voluminosos y pesados, fabricados en materiales como la melamina, que imitaban a la madera, integrándose así con el resto del mobiliario. La llegada del color a la televisión, en la década de los 50, supuso un avance muy importante desde el punto de vista tecnológico, pero en España habrá que esperar aún dos décadas después. En 1969 TVE emite la primera producción en color, el Festival de Eurovisión desde el teatro Real de Madrid, pero aún no se dispone de la infraestructura necesaria, utiliza un equipo prestado por la BBC y sólo se emite en color hacia el exterior, emitiéndose en blanco y negro dentro del territorio español. En 1972 comenzarán a combinarse las emisiones en blanco y negro y en color y ya en 1978 se producirá el cambio definitivo al color, suponiendo el auge de los aparatos de televisión en todos los hogares españoles.

VIDEO-CASETE, PHILIPS

1990 — 2000

Inventario — MTCE107724

Cinta o casete destinada a la grabación y reproducción de vídeo, concretamente en sistema VHS (Video Home System) y fabricada por la empresa Philips. La casete está formada por una carcasa de plástico negro con varias pegatinas adheridas que sirven para anotar el contenido de la grabación. En su interior, dos rodillos en los que se enrolla la cinta y en la parte superior una tapa abatible que permite leer la información y proteger la cinta cuando no se usa. Se conserva con su carátula de cartón en la que aparece el fabricante y las instrucciones de uso.

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El VHS o Vídeo Home System ha sido un sistema doméstico de reproducción y grabación analógica de vídeo que dominó el mercado durante años hasta su progresiva sustitución por el DVD (Digital Versatile Disc) en la década del 2000. Los vídeo-casetes podían presentar contenido, comercializándose mediante la venta o el alquiler, o podían ser “vírgenes”, como este caso, utilizándose para grabar directamente la programación que se ofrecía en la televisión o el entorno real a través de las videocámaras. Los sistemas de vídeo en cinta magnética ya existían en el ámbito profesional desde mediados de los años 50, pero habrá que esperar hasta la década de los 70 cuando se desarrolle el mercado para su uso en el ámbito doméstico. En 1970, en Europa, Philips lanzó el primer sistema VCR (Video Casette Recorder) y en Japón, Sony en 1975 el sistema Betamax y JVC (Japan Víctor Company) un año más tarde el VHS. Aunque el sistema Beta presentaba ciertas ventajas desde el punto de vista tecnológico y estético, el VHS consiguió rápidamente imponerse en el mercado, gracias a que no era tan rígido a la hora de otorgar licencias a otros fabricantes y los lazos establecidos con el sector audiovisual, productoras y distribuidoras de Hollywood. 

VÍDEO, HITACHI

1980 — 1990

Inventario — MTCE110436

Este reproductor de vídeo modelo VT 415 VP, fabricado por la compañía japonesa Hitachi, está realizado en plástico de color negro. Presenta la pletina con pestaña abatible en su cara delantera por donde se introducirían las video-casetes, además cuenta con dos botones de presión, uno para el encendido o apagado del equipo y otro para expulsar la cinta. Junto a ellos el sensor del mando a distancia, por sensor de infrarrojos que se conserva y se puede apreciar junto a este, y la pantalla de cristal líquido donde aparece la información según las funciones del aparato. En la parte inferior, una tapa abatible que protege las teclas de función de reproducción y grabación. Las tomas de alimentación, antena y conector a la televisión se sitúan en la parte trasera.

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El VHS o Video Home System es un sistema doméstico de reproducción y grabación analógica de vídeo que dominó el mercado durante años. Las cintas o, conocidas coloquialmente como video-casetes, podían presentar contenido audiovisual, comercializándose mediante la venta o alquiler, o ser “vírgenes” y destinarse para grabarse contenido. Las cintas se reproducían y visualizaban en reproductores de vídeo como este ejemplo, que también contaban con las funciones de grabar contenido directamente de la programación de la televisión. 

La introducción de la televisión y el vídeo en los hogares supuso un descenso del número de espectadores en cines, para lo que la industria cinematográfica se tuvo que reinventar y aunque intentó ofrecer experiencias únicas ante la gran pantalla como las producciones en Technicolor, o el 3D, las productoras de Hollywood acabaron hallando un importante interés comercial en la producción y distribución de películas de vídeo.

Este modelo fue fabricado por la compañía japonesa Hitachi, fundada en 1910  como tienda de reparación de productos electrónicos y que contaba con fábricas de material electrónico y electrodomésticos en Estados Unidos y Europa.

VIDEOCÁMARA, SONY

1990 — 2000

Inventario — MTCE110594

Cámara de vídeo Handycam de la marca Sony, modelo CCD-FX200E con sistema de grabación en Vídeo 8. Está realizada en plástico de color negro, con el objetivo y micrófono en la parte frontal que se ha incorporado a la propia estructura. La batería se inserta en la parte trasera.

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Las videocámaras domésticas tuvieron su período de esplendor durante la década de los 80 y 90 del siglo pasado, hasta que comenzaron a surgir las cámaras digitales y los dispositivos móviles. Este modelo de cámara pertenece a la línea Handycam de Sony, que pervive hasta nuestros días, cuyo nombre enfatiza su lado más práctico, ya que gracias al empleo de la nueva tecnología y a la utilización de cintas de 8 mm o Vídeo 8, su tamaño podía ser más pequeño y ligero y se podían sujetar sólo con una mano, al contrario que los modelos anteriores que debían llevarse al hombro. Además incorporaban un sencillo botón para grabar y detener, lo cual facilitaba mucho su uso generalizándose aún más.   Sony lanza en 1985 el modelo Handycam CCD-M8 ya con Vídeo 8, mucho más pequeño que el VHS y el Beta, lo que provocó un gran éxito comercial.

DAVIDELFÍN

El prêt-à-porter español estaba sumido en un cierto letargo cuando la firma Davidelfín saltó a la fama con su polémica colección Cour des miracles, presentada en 2002 en la pasarela Cibeles de Madrid. Aunque marcas como Amaya Arzuaga o Spastor eran muy aplaudidas, la firma liderada por el diseñador malagueño David Domínguez logró reestablecer el contacto con la sociedad, que se había perdido a finales de los 80. Arte urbano, cultura clubber, sofisticación y confort en grandes dosis, y un espíritu jovial que no eludía la crítica social, caracterizaron el trabajo del colectivo que se esconde tras la firma.

VESTIDO, MAGRITTE, DAVIDELFÍN

2003

Inventario — DO000006

Vestido largo de tirantes en gasa de algodón color nude, con trampantojo de braga y sujetador en satén de color nude más claro. Sobre estos, presenta motivos en bordado de aplicación que representan los pezones y el vello púbico.

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En 2002, la firma Davidelfín salta a la fama con la colección Cour des Miracles, nombre con el que durante el Antiguo Régimen se conoció la zona de París reservada a mendigos y lisiados. El fondo de referencias culturales de esta colección ocasionó una cascada de reacciones que logró visibilizar nuevamente el prêt-à-porter español ante un público amplio. El surrealismo de Buñuel y Magritte impregnó el desfile, en el que las modelos pasaron cubiertas con capuchas como las del famoso cuadro del belga, Los amantes (1928). Este vestido, como evidencia su título, es también deudor de la obra de Magritte. Los conceptos desarrollados en sus imágenes pictóricas se trasladan a un nuevo soporte, el desfile de moda. El trampantojo de un cuerpo desnudo a través del cual se ve el cuerpo real de la modelo (a excepción de las zonas erógenas), enlaza con la idea del pintor de cosificar a sus personajes, produciendo al tiempo una suerte de tautología al mostrar dos cuerpos que funcionan como uno solo. El planteamiento ofrece un amplio espacio para la interpretación, y acerca así el diseño de moda al campo de las artes plásticas.

VESTIDO (G)HORKA, DAVIDELFÍN

2003

Inventario — DO000007

Vestido largo con escote halter en raso de rayón color champagne. El tirante está formado por una cuerda de yute dispuesta a modo de soga con el nudo en la unión con el escote, que desciende hasta debajo de la línea del pecho y, desde ahí, en diagonal a ambos lados hasta la cintura. La espalda queda también descubierta hasta la cintura, donde el vestido presenta un corte curvo que se despega del cuerpo. Tiene cola corta.

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Davidelfín ocupó todas las portadas de la prensa española en el otoño de 2002, sobre todo gracias a esta pieza, sin duda la más conocida de la colección Cour des Miracles y posiblemente de toda su obra. El título G(h)orka juega con el nombre de pila del fotógrafo Gorka Postigo, miembro fundador del colectivo Davidelfín y pareja por entonces del diseñador David Domínguez (más conocido como David Delfín), combinado con la referencia a la horca que evidencia la soga que hace la función de tirante. El llamativo motivo concentró las miradas sobre el busto descubierto de la modelo, en aquella ocasión Bimba Bosé, también fundadora del colectivo e imagen habitual de la marca. El físico imponente de Bosé añadió un nuevo nivel de lectura al vestido, en el que se unían la violencia de la pena capital y el erotismo (presente no solo en la desnudez, sino, y sobre todo, en la elección del tejido lencero y el corte), para dar lugar a una incómoda imagen sobre la que se puede discutir si es representación del empoderamiento o de la sumisión. Todo un hito en la historia de la moda española que ha pasado de la pasarela a las salas de exposición sin pisar la calle. 

«CAMISA-VELO» Y PANTALÓN, DAVIDELFÍN

2004
Inventario — DO000004 y DO000005

Conjunto de camisa y pantalón. Camisa en gasa de algodón negro, con cuello y puños en tafetán de algodón blanco. El patrón de la prenda está transformado, cambiando las proporciones habituales de la tipología para alargar el busto y las mangas. Pantalón de pinzas en sarga de lana fría negra. Tiene cintura baja y bolsillos de ojal en los costados con forro de lunares negros.

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Prenda presentada en la colección Password, para la temporada de primavera-verano de 2005. Aunque a primera vista no se aparta de la forma convencional de las camisas, el cambio de proporciones del patrón se ha realizado para permitir vestirla de manera heterodoxa: en lugar de sacar la cabeza por la abertura del cuello, este descansa sobre la coronilla, ocultando la cabeza a modo de velo y haciendo desaparecer la línea de hombros para crear un efecto similar al del burka islámico. La transparencia de la gasa busca reforzar ese efecto de velo, al tiempo que permite a quien la vista un mínimo de visibilidad. Se trata de una pieza conceptual, que lleva su propia carga de crítica social e invita a reflexionar sobre el significado de la ropa.

CAMISA Y FALDA PANTALÓN, CON PINTURA DE SANTIAGO YDÁÑEZ

2015

Inventario —DO000016 y DO000017

Camisa de manga larga en tafetán de fibra sintética. Tiene cuello camisero, botones ocultos bajo tapeta y puños abotonados. El delantero presenta decoración pintada a mano que representa un rostro de perfiles desdibujados, en blanco y negro. Falda pantalón para hombre, corta a media pierna. La estructura es la de un pantalón corto, pero en el delantero ambas perneras se unen con una pieza de tejido plisado, que da apariencia de falda a la prenda. 

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Davidelfín presentaba su colección de invierno de 2015 en la Mercedes Benz Madrid Fashion Week, una colección definida por el uso del blanco y el negro que desfiló a la luz de las velas. Inferno cerraba la trilogía que comenzaba la colección No one y siguió con El tiempo de los monstruos. La sobriedad dominó la colección, formada por prendas versátiles en las que, como es el caso de esta falda pantalón, los conceptos fluyen más allá de las convenciones asumidas. La diseñadora Elena Benarroch aportó las pieles, Helena Rohner, las joyas, Dr. Martens el calzado, Woolford los panties y bodies, y Opticalia las gafas. Pero lo más destacado fueron las pinturas de Santiago Ydáñez, autor especializado en retratos de gran formato y fuerte expresividad, que aplicó sus pinceles sobre algunas prendas de la colección, convertidas así en obras de arte vestibles.

TRAJE CHAQUETA Y CAMISA, DAVIDELFÍN

2011

Inventario — DO000001- 03

Chaqueta sastre corta, tipo torera, en paño de lana gris oscuro. Cierra con un solo botón con ojal de tela a la altura del bajo. Camisa híbrida, en tafetán de algodón con mezcla de sintético blanco, que presenta en la parte inferior de las mangas y en el tercio inferior del busto parte de una chaqueta americana, en fieltro sintético, cosida a la camisa. Sobre las hojas de la chaqueta, luce sendas tapetas de bolsillo decorativas. Pantalón de pinzas en tafetán de algodón gris pardo, con sendos bolsillos de ojal horizontales bajo la cinturilla.

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 Los bajos de las perneras presentan cremalleras que corren verticalmente.

Esta prenda perteneció a la colección Dyogenes syndrome, para el otoño-invierno de 2011-2012. La chaqueta tiene un largo que coincide con el corte de la camisa a partir del cual se acoplan las piezas de fieltro, produciendo el efecto visual de una americana de largo estándar. Así, el conjunto muestra un proceso de deconstrucción que conduce a revisar las tipologías de camisa y chaqueta y su relación en el proceso de vestirse.

TRAJE DE CHAQUETA Y CAMISA, DAVIDELFÍN

2010
Inventario — DO000010 y DO000012

Chaqueta americana en paño de lana negra, confeccionada solo en sus dos terceras partes, dejando descubierto el brazo y el costado derechos. Dispone de una cinta de acanalado de nylon negra con cierre de plástico a presión, a modo de cinturón. Tiene dos bolsillos de ojal, en el pecho y la cadera sobre la hoja que está completa, la izquierda. Camisa en tafetán de fibra sintética blanca, con mangas asimétricas, una corta y otra larga. Cierre de botones perforados de pasta bajo tapeta. Pantalón largo negro de pinzas.

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En la colección Tautology, para la primavera de 2011, Davidelfín planteaba la reiteración de formas deconstruidas como esta chaqueta. El patrón de la misma es convencional, pero un tercio de la prenda se elimina para dejar al descubierto la camisa. Las cintas de nylon, habituales en equipamientos deportivos o laborales, sirven para «asegurar» las prendas y evitar que se despeguen del cuerpo.

TRAJE CHAQUETA Y CAMISA, DAVIDELFÍN

2010

Inventario — DO00001 y DO000015

Chaqueta deconstruida en sarga de lana fría negra, larga por debajo de la cadera, con manga francesa. El costado derecho de la prenda (delantero, espalda y manga) no se ha confeccionado, quedando esa parte cubierta solo por la cinta de nylon naranja con cierre de plástico a presión que actúa como cinturón. Camisa en tafetán de fibra sintética blanca, con cuello camisero y mangas asimétricas, una corta y una tres cuartos (francesa). Botonadura cubierta con tapeta. Minifalda en sarga de lana fría. 

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La noción de tautología, la reiteración de un mismo concepto mediante distintos enunciados, fue el leit motive de la colección de primavera de 2011, Tautology, con la que Davidelfín desfilaba por cuarta ocasión consecutiva en la semana de la moda de Nueva York. La repetición fue por tanto el tema central de la colección, si bien enlazando con un método de trabajo habitual ya en colecciones anteriores. Llama la atención el uso de cintas de nylon, de las usadas en correajes de material deportivo y similares, aquí en colores no habituales, como el amarillo, el naranja intenso y el verde eléctrico, contrastados con la paleta más sobria de la mayoría de las prendas. Las correas sirvieron para dotar de estructura a algunas prendas sometidas a una violenta deconstrucción, caso de las medias chaquetas y las camisas asimétricas.

ABRIGO, DAVIDELFÍN

2016
Inventario — DO000018

Abrigo en punto mecánico de lana, largo por debajo de la rodilla, con cuello camisero y solapas y cierre de botones automáticos. Combina los colores rojo, azul, amarillo, negro y beige, con motivos gráficos, geométricos y una reinterpretación del escudo de España. Está construido mediante la unión de varios cortes de tejido en horizontal, alternando dos piezas con distintos motivos, una con predominancia de rojo y otra con predominancia de azul. Presenta dos bolsillos de ojal horizontales camuflados por el corte de dos de dichas piezas, a la altura de la cintura.

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La última colección presentada por Davidelfín se tituló Mentiras. El diseñador se despidió de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, con una ambigua colección para el otoño de 2016. El motivo principal de la misma, las bufandas de los seguidores de la selección de fútbol de España, concuerda con la inspiración deportiva que impregna la última etapa de su obra, pero al mismo tiempo establece un juego de significados con el título de la colección. Más que negar los símbolos patrios, como podría entenderse a simple vista, la idea del diseñador consistía en trasladar a la moda la mercadotecnia futbolística y contrastar la aceptación masiva del fútbol con el elitismo cada vez más relativo de la moda. Este abrigo fue una de las salidas más difundidas de la colección, claro ejemplo del modo en que el diseñador utiliza cortes en forma de bufanda para construir el patrón de la prenda, al tiempo que juega a alterar los símbolos de la selección española llevándolos a su propio terreno.

SUDADERA, DAVIDELFÍN

Años 2000

Inventario — MTCE117812

Chaqueta tipo sudadera en punto de algodón gris, con puños, cuello y cintura de canalé, con tres líneas horizontales en relieve en la cintura. Tiene bolsillos delanteros de ojal, forro de algodón verde y cierre con cremallera de plástico. En la espalda presenta bordados de aplicación que muestran: una cruz roja, un sombrero de ala, una pala, un sello con firma del autor y los números 1921 y 1986, además de un conejo estampado en negro.

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Uno de los motivos del éxito de la marca Davidelfín fue la apuesta decidida de la firma por la moda urbana, produciendo desde sus inicios tipologías sencillas de uso cotidiano como sudaderas y camisetas, a las cuales se acoplaron los reconocibles conceptos y motivos gráficos habituales en el diseñador malagueño. En este caso, la panoplia de imágenes que aparecen en la espalda de la prenda remite de manera directa a uno de los referentes constantes en el trabajo de David Delfín, como es el artista alemán Joseph Beuys (los números, por ejemplo, se corresponden con las fechas de su nacimiento y muerte). El creador conceptual, cuya obra se nutre de su propia experiencia personal, sirve al diseñador para añadir una carga semántica muy concreta que será clave a la hora de fijar la identidad de la firma.

En cuanto a la tipología de sudadera, hay que remitirse a los años 20 para hablar de sus inicios. Es en esa década cuando aparecen los primeros jerséis de algodón, que sustituyen a los de lana y reciben el nombre de suéter (del inglés sweater, literalmente «sudador»). En la década de 1930, la marca Champion introduce la sudadera con capucha, concebida en inicio para los trabajadores de Nueva York. Con el tiempo, su uso se extiende a las prácticas deportivas, para lo cual se abre la parte frontal formando una chaqueta y se añade una cremallera que facilite vestir y desvestir la prenda.

CAMISETA ZEIGE DEINE MUNDE, DAVIDELFÍN

1999

Inventario — DO000008

Camiseta en punto de algodón verde caqui, con manga corta y cuello a caja. Presenta dos aplicaciones bordadas, una con una cruz de fieltro roja y otra en tres piezas de batista blanca entre las que se reparte la leyenda «Zeige / deine / wunde».

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En 1999, la firma Davidelfín lanza una colección formada por prendas recicladas sobre las que el diseñador dispone diversos motivos relacionados con la obra del artista plástico Joseph Beuys. Las prendas procedían, como esta, de mercadillos de segunda mano de equipamiento militar, un tipo de vestimenta habitual en colectivos juveniles con tintes reivindicativos, desde el movimiento hippie al grunge. El propio Beuys adoptó una estética indumentaria próxima a la uniformidad, que de alguna manera es recogida por esta colección y evidenciada mediante la utilización de los símbolos que se asocian a su vida y obra. Es el caso de la cruz roja de fieltro, presente en el trabajo del artista en alusión a los cuidados médicos que le salvaron la vida en su juventud. En aquella ocasión, y luego en el trabajo de Beuys, el fieltro jugó un papel importante al proteger el cuerpo del artista del frío. Por otra parte, la leyenda «»Zeige deine wunde» («muestra tu herida»), se refiere a una instalación del artista alemán dedicada a sus temas habituales y hoy se encuentra en el museo Lenbachhaouse de Múnich. 

CHAQUETA 1980, DAVIDELFÍN

1999
Inventario — DO000009

Chaqueta en tafetán de algodón verde caqui, con cuello camisero, manga larga sin puño, cierre de botones y velcro y dos bolsillos de plastrón con tapeta en el pecho. Tiene también trabillas abotonadas sobre los hombros. Presenta tres aplicaciones bordadas: sobre el pecho, una cruz de fieltro roja y una pieza de tela blanca con la leyenda «kunst=capital»; en la manga izquierda, la bandera de Alemania.

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Otra pieza de la colección de 1999 con la que la firma Davidelfín trae a la moda española la vertiente conceptual que trabajaban con éxito los nombres más destacados de la vanguardia europea. En este caso, la leyenda «kunst=kapital», que muestra el grafismo desarrollado por el diseñador, logrado mediante la escritura con su mano izquierda, introduce la crítica que Beuys y otros muchos artistas conceptuales han dirigido al mercado del arte como sistema connivente con el capitalismo. Davidelfín lleva a la moda todos estos conceptos en una colección que define la identidad de la marca, que trabaja simultáneamente la carga semántica de las artes plásticas y la sencillez de las modas juveniles urbanas.

Esta chaqueta tipo americana en tafetán de lino estampado cuenta con una solapa con la parte superior en azul y las piezas inferiores estampadas y un ojal en el lado izquierdo. Tiene tres bolsillos de ojal, hombreras de espuma y la manga larga con falsa abertura y dos botones redondos en plástico morado en el puño.

Esta opulencia de estampados y materiales es una muestra de las influencias que Gianni Versace llevaba a sus diseños. El diseñador tenía pasión por la cultura grecolatina, el arte bizantino, el Renacimiento, lo barroco, el Neoclasicismo, el Art Decó y todo el arte contemporáneo, incluyendo la cultura popular americana. En el estampado de la chaqueta se puede ver esa reinvención de los candelieri renacentistas con un estallido de color.

HISTORIA DE LA PIEZA

Se compró en el año 1963 por el Museo del Pueblo Español, en un lote con dos chalecos también del siglo XVIII y XIX, las tres prendas por 1500 pesetas.

Ha estado expuesto en el Museo del Traje en la Exposiciónn permanente, en concreto en la vitrina 5 «La velada musical» desde la inauguración del museo en 2004 hasta 2006.

Se le dedicó el Modelo del Mes en julio de 2004, a cargo de Amelia Leira.

Tras un largo periodo de descanso se volvió a exponer, esta vez de forma individual por su especial importancia, en la vitrina 6, entre 2015 y 2019.

El tiempo que le museo ha permanecido cerrado al público ha permitido que la pieza vuelva a descansar y podamos disfrutar de nuevo de ella en la vitrina 5 desde octubre de 2021.

AMERICAN

GIANNA VERSACE

— 1992

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    AMERICAN

    GIANNA VERSACE

    — 1992

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      Esta chaqueta tipo americana en tafetán de lino estampado cuenta con una solapa con la parte superior en azul y las piezas inferiores estampadas y un ojal en el lado izquierdo. Tiene tres bolsillos de ojal, hombreras de espuma y la manga larga con falsa abertura y dos botones redondos en plástico morado en el puño.

      Esta opulencia de estampados y materiales es una muestra de las influencias que Gianni Versace llevaba a sus diseños. El diseñador tenía pasión por la cultura grecolatina, el arte bizantino, el Renacimiento, lo barroco, el Neoclasicismo, el Art Decó y todo el arte contemporáneo, incluyendo la cultura popular americana. En el estampado de la chaqueta se puede ver esa reinvención de los candelieri renacentistas con un estallido de color.

      HISTORIA DE LA PIEZA

      Se compró en el año 1963 por el Museo del Pueblo Español, en un lote con dos chalecos también del siglo XVIII y XIX, las tres prendas por 1500 pesetas.

      Ha estado expuesto en el Museo del Traje en la Exposiciónn permanente, en concreto en la vitrina 5 «La velada musical» desde la inauguración del museo en 2004 hasta 2006.

      Se le dedicó el Modelo del Mes en julio de 2004, a cargo de Amelia Leira.

      Tras un largo periodo de descanso se volvió a exponer, esta vez de forma individual por su especial importancia, en la vitrina 6, entre 2015 y 2019.

      El tiempo que le museo ha permanecido cerrado al público ha permitido que la pieza vuelva a descansar y podamos disfrutar de nuevo de ella en la vitrina 5 desde octubre de 2021.

      VESTIDO DE

      PACO RABANNE

      –1967

      0%

        Esta pieza es un vestido minifalda con placas de aluminio recortadas en cuadrados y unidas entre sí con anillas. Es ajustado, con escote recto, y sin mangas. Data del año 1967, época de auge en la experimentación de Paco Rabanne con los metales y su uso en las prendas de vestir.

        Es uno de los mejores ejemplos de los vestidos de metal que Rabanne realizó a finales de los años 60 y que han terminado por convertirse en iconos de la historia de la moda.

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        Algunos de sus contemporáneos lo acusaron de “no hacer costura”. Coco Chanel siempre lo trato como un “simple metalúrgico”. Y es que una de las verdaderas novedades de Rabanne se encontraba en el uso de nuevos materiales, alejándose de las prácticas tradicionales de confección.

        Tras experimentar durante varios años con el plástico, en concreto el rhodoid, un plástico rígido, pero ligero y barato con el que se podían obtener módulos geométricos, Rabanne comenzó a interesarse por el uso del metal, fundamentalmente a partir de 1968. El metal no era un material cómodo para el cuerpo, especialmente por su peso y por los extremos de temperatura que adquiere con el calor y el frío. Pero Rabanne hacía que el metal brillara sobre el cuerpo de una mujer resplandeciente.

        Los vestidos de metal de Rabanne fueron tomados como símbolos de modernidad y visión de futuro.

        En casi todos los museos importantes de indumentaria del mundo existe al menos un ejemplar de esta tipología de vestido: el Victoria&Albert de Londres, el Kyoto Costume Institute en Japón, el Museo de Artes Decorativas de París, o el Costume Institute del Metropolitan Museum de Nueva York poseen ejemplares muy similares a este del Museo del Traje.

        HISTORIA DE LA PIEZA

        Esta pieza es un vestido minifalda con placas de aluminio recortadas en cuadrados y unidas entre sí con anillas. Es ajustado, con escote recto, y sin mangas. Data del año 1967, época de auge en la experimentación de Paco Rabanne con los metales y su uso en las prendas de vestir.

        Es uno de los mejores ejemplos de los vestidos de metal que Rabanne realizó a finales de los años 60 y que han terminado por convertirse en iconos de la historia de la moda.

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        Contiene una hoja de instrucciones, con copia, en papel cebolla impreso, en la que se describe el proceso de montaje sin llegar a mostrar un resultado final. También dos pares de alicates y el vestido en sí, para el que se disponen de 1300 anillas de metal dorado que unirían las 750 grandes lentejuelas de plástico plateado. A esto se añade una plaquita metálica identificativa con el nombre del diseñador. Las instrucciones especifican que es posible construir prendas de diverso tipo, bien vestidos, boleros u otras. Así Rabanne faculta al usuario de moda como diseñador, acercándose a las concepciones del DIY (do it yourself) de las modas de vanguardia y los movimientos urbanos.

        El vestido de Rabanne estuvo expuesto desde su entrada en las colecciones del museo hasta 2011 en la Exposición Permanente, en concreto en la vitrina 11, dentro del área “Tiempos actuales”.

        También ha formado parte de diferentes exposiciones temporales como “The future that never was” en 2011 en el Het Modemuseum Hasselt, en Bélgica.

         

        También en 2015 en Vistiendo el tiempo en el Museo del Traje y en 2019 en Girls against boys. Moda y género en los inicios de la modernidad en España en el área de acogida de Museo del Traje.

        Muy pronto podremos ver este modelo de Rabanne de gira por toda España. Si quieres saber dónde y cuándo, pon atención a nuestras redes sociales… Desvelaremos la sorpresa.

         

        Inventario: MTCE092637

        GLOSARIO

        MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - 

        MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - MÚSICA - 

        DISFRUTA

        NUESTRA PLAYLIST

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        BIBLIOGRAFÍA

        FASHIONING SPAIN: FROM MANTILLAS TO ROSALÍA

        Colección de estudios en torno a la moda en la cultura visual española: fotografía, cine, cómics, videoclips, el Museo del Traje y el Museo Virtual de la Moda de Cataluña.

        BIOGRAFÍA DE EL CORTE INGLÉS

        El periodista Javier Cuartas, tras años de investigación, aborda la historia de los fundadores de las dos grandes empresas de grandes almacenes en España en el siglo XX: Galerías Preciados y El Corte Inglés. Un libro del que sus dos primeras ediciones nunca llegaron a las librerías y cuyas vicisitudes lo han convertido en un mito.

        TEXTILTECA

        LA MODA

        DE MASAS

        Píldoras del Museo del Traje

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        Museo del Traje. CIPE Av. Juan de Herrera, 2 (28040) Madrid
        Metro: Ciudad Universitaria (línea 6) Moncloa (líneas 3 y 6)
        Teléfono: 91 550 47 00

        © Ministerio de Cultura y Deporte – Gobierno de España